¿Conoce las responsabilidades de tu trabajo? ¿Su alcance? ¿Qué haces y qué no debes de esperar de aquellos a quienes auditas? Como auditor debes de ser consciente de estas cuestiones, y además entender que el empresario tiene responsabilidades serias ante el desarrollo de una auditoría.

En primer lugar, el auditor como perro sabueso es responsable de buscar y encontrar los riesgos: manifestaciones erróneas que los estados financieros contengan y que lleven al usuario a tomar decisiones equivocadas.

Por su parte, el empresario tiene la responsiva de instalar tres tipos de controles internos, según sea el caso: los “preventivos”, encargados de evitar fraudes y errores, si estos no funcionan se implementará una segunda muralla, los “detectivos”, que son los encargados de localizar las anomalías antes señaladas. Una vez descubiertas se instalan los “correctivos”, cuya finalidad es impedir que estos eventos vuelvan a suceder.

De tal forma, el auditor evaluará los controles bajo tres graduaciones (fuertes, medianos o débiles). Con base en esa clasificación hará sus pruebas con los alcances que considere pertinente y estimará los resultados para considerar que no hay fraudes y errores importantes.

Asimismo, diseñará su estrategia de trabajo considerando cuatro aspectos: importancia, riesgo, controles y auditoría que al unirse formarán las siglas IRCA, cuyo significado es:

“I” es determinar lo que es importante en la entidad, no le interesa al auditor lo que no lo es, hace a un lado lo poco relevante para dedicarse a lo que es significativo, para lo cual usará el análisis financiero, estadísticas, presupuestos, tendencia, seguimientos, observaciones, entrevistas y juicio. Por ello, lo importante puede ser cuantitativo, pero también la hay cualitativo, que representa más dificultad de medición, pues localizar las huellas es un trabajo problemático, así como evaluar demandas, avales, amenazas al negocio, políticas, aspectos internacionales e impuestos. Tampoco se debe de olvidar tomar en cuenta los compromisos adquiridos, sobre todo los de largo plazo.

A este concepto se suma “R”, el riesgo inherente a dicha partida importante, el cual es considerado como probable, posible, remoto. Si el riesgo es probable, es decir, que existen factores que potencien fraudes y errores, habrá que estimarlos y registrarlos. Por consiguiente, si R es posible solo habrá que revelar cuáles son los fraudes y errores, pues los efectos pueden tener una posibilidad de aparecer o no, por ejemplo: juicios, huelgas.

Por otro lado, si R es remota no se hace nada; entonces se consideran los efectos cuantitativos y cualitativos. No es lo mismo una partida importante (edificio) donde sus riesgos son posible, a los de cuentas por cobrar donde los riesgos son probables o donde existe la probabilidad de cuentas de cobro dudoso y habrá necesidad de registrar una estimación de cuentas incobrables.

De tal forma que, debemos de restarle a “I” y a “R”, “C”, los controles que la administración instala para prevenir y detectar los riesgos y corregirlos para evitarlos. El más importante es el circundante que desarrolló la dirección: “tone on the top” (tono en lo más alto) es el ambiente del negocio, influyen en la conciencia del personal y otros que participan (proveedores, clientes, bancos, entre otros), son los clásicos del establecimiento (conciencia y respeto) a los procedimientos, manuales, asignación de responsabilidades, obligaciones y sus derechos, controles internos contables, tecnológicos, cultura de la ética, integridad, orden, tradición, calidad, respecto y seguimiento a la información que obtiene y cómo emana las comunicaciones, aspectos sociales y laborales, eficiencias, conciencia de las amenazas de la entidad, competencia.

Por último, el conjunto de los aspectos antes mencionados da una igualdad A, la Auditoría, la cual es encargada, precisamente, de localizar errores y fraudes que provoquen las aseveraciones de los estados financieros que influyen en decisiones equivocadas de los usuarios.

Es así como se formula una ecuación I+R-C=A.


C.P.C y P.C.CO. Fernando Holguín Maillard
Integrante de la Comisión de Apoyo al Ejercicio Independiente del Colegio.

 

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