En la preparación y presentación de estados financieros de auditoría externa, el auditor tiene la responsabilidad de aplicar el concepto de importancia relativa, o materialidad, para evaluar el efecto tanto de las incorrecciones identificadas como de las no corregidas sobre los estados financieros.
¿Qué es la importancia relativa o materialidad?
El Consejo de normas de contabilidad financiera, FASB 2 (siglas en inglés de Financial Accounting Standard Board) ha definido la materialidad como:
“La magnitud de una omisión o error de información contable que, a la luz de las circunstancias que lo rodean, hace probable que el criterio de una persona razonable que confía en la información haya cambiado o haya sido influenciado por la omisión o distorsión”.
La responsabilidad del auditor es, entonces, determinar si los estados financieros están materialmente distorsionados. Si el auditor, en el transcurso de la auditoría de estados financieros, encuentra que existe un error significativo, se lo comunicará al cliente para que se pueda hacer una corrección. Si el cliente se rehúsa a corregir los estados financieros debe emitirse una opinión con salvedades o adversa dependiendo de cuán grave sea la distorsión.
Por otra parte, La NIA 320 en su apartado 2 explica que:
- Las incorrecciones, incluidas las omisiones se consideran materiales si individualmente o de forma agregada cabe prever razonablemente que influyan en las decisiones económicas que los usuarios toman basándose en los estados financieros.
- Los juicios sobre la importancia relativa, o materialidad, se realizan teniendo en cuenta las circunstancias que concurren, y se ven afectados por la magnitud y la naturaleza de las incorrecciones.
- Los juicios sobre la importancia relativa, o materialidad, se basan en la consideración de las necesidades de los usuarios en su conjunto, no de manera individual.
Equipo Auditool