CP Felipe Alberto Pérez Hernández. Colaborador de Auditool 

El pasado 6 de mayo de 2022 Christina Ho, contadora pública y auditora con amplia experiencia, miembro del Consejo de PCAOB (2) desde noviembre del año pasado,  presentó una disertación en la que abordó el futuro de la auditoría por medio de cinco preguntas: 1) quién debería preocuparse por el futuro de la auditoría; 2) cuál es el objetivo final; 3) cuándo ocurrirá el futuro; 4) cómo podemos estar preparados para él; 5) por qué debería importarnos.

1) Quién debería preocuparse por el futuro de la auditoría

La Ley Sarbanes-Oxley (SOX) trajo consigo la creación del PCAOB, puso fin a más de 100 años de autorregulación de la profesión contable y cambió el compromiso de las firmas de auditoría con la calidad y su misión de protección a los inversionistas.  Dos aspectos fundamentales que hoy en día hacen parte de la cultura misma de las firmas, socios y empleados es que ya tienen consciencia de que con un trabajo de alta calidad se protegen a los inversionistas.

Así que el futuro de la auditoría nos afecta a todos. Todos debemos trabajar para dar forma al futuro de una manera proactiva, afirma Ho. Enseguida destaca el poder de los ecosistemas, como se puede apreciar en la imagen:

Cada uno de estos participantes desempeña un papel vital para la salud y buen funcionamiento de todo el ecosistema del mercado de capitales.

“Los auditores desempeñan un papel fundamental a la hora de garantizar la integridad de los informes financieros que preparan los emisores y en los que se basan los inversionistas para tomar sus decisiones de inversión”. Con la disrupción tecnológica y la transformación de los mercados, la auditoría se hace cada vez más compleja y exige más juicio. En consecuencia, los entes reguladores deben ser previsores al evaluar el impacto de la tecnología y los datos en el futuro de la auditoría, así como ejercer sus actividades de forma proactiva en la fijación de normas de inspección, vigilancia y control; asimismo, ponerse a la vanguardia en materia de tecnología.

Los auditores deben jugar un papel activo y no dejar que las empresas resuelvan sus problemas por sí mismas porque probablemente habría menos estandarización. Y sin estandarización no habrá economía a escala ni de calidad.

 

2) Cuál es el objetivo final

Los mayores retos de la auditoría actual se enfrentan a tres limitaciones:

  • Actualmente las auditorías se realizan de forma retrospectiva, después de ocurridas las transacciones. Los inversionistas deben esperar meses para contar con estados financieros auditados. La necesidad de realizar una auditoría en tiempo real con los activos digitales, ya que el libro mayor distribuido se mantiene en tiempo real.
  • En la medida en que quienes le pagan a los auditores sean los emisores de los estados financieros, se va a perder independencia. Los entes reguladores y las empresas mismas cuentan con normas de ética para establecer límites a la independencia. Este reto sigue siendo de interés para reguladores e inversionistas.
  • Más del 70% de las mayores empresas declarantes son auditadas por las 4 grandes firmas, además de las 2 siguientes firmas más grandes. Las firmas medianas de auditoría deben pisar el acelerador, aumentar su facturación en una sana competencia.

¿De qué manera podría el futuro modelo mejorar la oportunidad de independencia y competencia de la auditoría? Estos son retos que se deben resolver colectivamente. Pero, independientemente de cómo evolucione la auditoría, el objetivo sigue siendo la calidad. En otras palabras, podrán cambiar los medios, pero el fin seguirá siendo el mismo: la calidad de la auditoría. Para ello se deben aprovechar al máximo los avances tecnológicos.

3) Cuándo ocurrirá el futuro

La tecnología ha cambiado nuestras vidas en los últimos años.

¿Es posible que la Inteligencia Artificial (IA) llegue a ser tan sofisticada que pueda sustituir, en alguna medida, el juicio profesional y el escepticismo de los auditores? Yo espero que no. ¿Es posible que las auditorías se realicen en tiempo real? Espero que sí. Lo cierto es que los robots no tienen sentimientos, no se cansan, no les gritan a sus cónyuges ni a sus jefes. Estas posibilidades pueden presentar nuevos retos y problemas con los que luchar como la estandarización y la fiabilidad de los datos, la privacidad de los datos, los riesgos de ciberseguridad y la ética de la IA, todo lo cual requeriría una amplia reflexión y exploración.

4) Cómo podemos estar preparados para el futuro

Para estar preparados para el futuro se necesita tener una visión audaz de lo que es posible, y dar pasos decididos para conseguirlo. En este camino se necesitan líderes innovadores, profesionales con talento y altamente capacitados, personas disciplinadas que asuman riesgos y pensadores de diferentes tendencias que trabajen juntos por el bien común. Es importante aprovechar la tecnología para el bien público, sobre todo pensando en el futuro de la auditoría. Pero, la tecnología por sí sola no tiene futuro, quienes tienen futuro son las personas. Las personas son “el futuro de la auditoría”. Sí, usted es “el futuro de la auditoría”. Ninguna máquina puede sustituir a las personas.

La integración de las herramientas de auditoría basadas en la tecnología permite a los auditores concentrarse más en las áreas más complejas y de mayor riesgo.

La tecnología también está cambiando el enfoque actual de auditoría lineal de planificación, evaluación de riesgos, realización de pruebas de controles internos y pruebas de detalle y/o procedimientos analíticos sustantivos. La tecnología permitirá a los auditores realizar tareas simultáneas con un ciclo continuo de evaluación de  los riesgos de auditoría. De este modo, se permite un proceso de auditoría ágil para responder a estos riesgos de manera eficaz y eficiente.

Gracias a la tecnología tenemos la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos para, en última instancia, llamar la atención sobre las particularidades que no podemos ver a simple vista.  Puede señalar los datos históricos y patrones predictivos de datos y anomalías que pueden indicar un posible fraude, riesgo de errores materiales, datos incompletos o inexactos, falta de controles internos o ineficacia de los mismos.

Para la profesión del auditor, este es un periodo de transición y un momento decisivo. La preparación de la profesión tendrá un impacto significativo en los emisores e inversionistas. Los entes reguladores deben desempeñar un papel activo para facilitar esta transición.

5) Por qué debemos preocuparnos e invertir en el futuro de la auditoría

Asumir la transformación hacia el futuro no es fácil. De una parte, los entes reguladores deben comprender y ponerse a tono con la evolución de las prácticas de auditoría en unificación con herramientas basadas en tecnología para el establecimiento de estándares.

De otra parte, impulsar cambios y reformas transformacionales a gran escala necesita valentía, coraje. Es preciso asumir riesgos, a veces en solitario y no siempre se recompensa. Sin embargo, vale la pena citar a Peter Drucker, importante líder de pensamiento en el mundo de la gestión y que escribió extensamente sobre la innovación: “Si una innovación no aspira al liderazgo desde el principio, es poco probable que sea lo suficientemente innovadora”. Se espera que desde la auditoría se lidere el camino, pues la integridad en la información financiera es uno de los cimientos de un mercado de capitales transparente y eficiente.

Los auditores están formados para analizar y resolver problemas. Vivimos tiempos difíciles con problemas grandes y complejos. Los futuros auditores no deben contentarse con pasar las temporadas de trabajo, conseguir el siguiente ascenso o hacerse socio. En un mundo en el que se destacan los grandes sobornos entre otros delitos financieros, la responsabilidad de los auditores frente a la transparencia de los informes es vital para mantener la confianza en el mercado.

Del mismo modo, las empresas no deben conformarse con conseguir el próximo gran cliente o maximizar los beneficios. La tecnología debería desafiarnos a luchar por impacto más significativo. Los auditores deben tener el entusiasmo por construir juntos un futuro mejor para los inversionistas y para el mundo.

 


CP Felipe Alberto Pérez Hernández. Colaborador de Auditool

Contador Público U. Central con Especialización en Ciencias Tributarias. Su experiencia profesional de más de 25 años va desde una gran multinacional, pasando por una firma de auditoría, hasta llegar al sector petrolero en el que ha trabajado para operadores y en auditorías externas. Desde hace varios años se desempeña como Revisor Fiscal en varias instituciones sin ánimo de lucro y como consultor empresarial independiente.

 

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