Auditoría Externa

Por: CP Iván Rodríguez. Colaborador de Auditool 

La actual pandemia ha traído diversos cambios en la vida de las personas y de las empresas. En algún momento, que se espera no sea muy lejano en el tiempo, terminará y uno de sus efectos es el cambio al interior de las organizaciones. Algunas se han debilitado o desparecido en tanto que otras se han fortalecido.  Para casi todas habrá cambios no volverán a ser como eran antes.

El tema digital ha acelerado su marcha. De repente, las reuniones pasaron a ser virtuales, el trabajo en gran medida pasó a ser remoto gracias a los recursos tecnológicos, al igual que la educación. Hay un gran auge de la inteligencia artificial; los negocios de diversa índole se volcaron a la opción electrónica y muchos servicios se prestan en línea aprovechando las transmisiones de audio y video. Desde consultas médicas a conciertos, el entorno es cada vez más digital.

La gran mayoría de empresas está intentando recuperarse de una crisis financiera. Muchas de las pequeñas empresas están en riesgo, empresas tales como las aerolíneas se enfrentan a la bancarrota y todas las industrias están lidiando con nuevas realidades. Las regulaciones gubernamentales y los recursos destinados a la recuperación desempeñarán un papel importante en el futuro de los negocios. En medio de este panorama, los contadores y los auditores tienen una gran oportunidad de ayudar a la recuperación de las empresas. La actual pandemia, lo mismo que otras crisis, proporciona oportunidades sin precedentes para emerger más fuerte y ser más relevantes para los clientes y la economía que antes de la aparición y difusión de COVID-19. Los auditores están calificados de manera especial con sus habilidades, el conocimiento y la experiencia para ayudar a los clientes y la economía a recuperarse. En el actuar profesional, los auditores tienen un factor de confianza y credibilidad que permite guiar a los clientes en este camino en el que hay que hacer más con menos. Algunas consideraciones en el trabajo de los auditores para el efecto son las siguientes[1]:

Más anticipación, menos reacción

En este nuevo entorno, los auditores tienen la oportunidad de identificar las oportunidades, desafíos y necesidades cambiantes de los clientes. Las habilidades y capacidades de los auditores les permiten mantenerse informados e interpretar las regulaciones cambiantes para la recuperación. Hay que comunicarse con los clientes de manera proactiva y no esperar a reaccionar cuando ellos llamen. Hay que anticiparse a sus necesidades.

El futuro está más basado en la nube, con menos operaciones o aplicaciones independientes. Esto ha traído consigo nuevos riesgos de ciberseguridad, que requieren ser mitigados. También es cierto que para sobrevivir o prosperar con nuevas oportunidades en esta crisis financiera, muchas empresas deben adoptar un nuevo modelo de negocio o modificar significativamente sus operaciones actuales. Los auditores pueden proporcionar una planificación más estratégica, innovación y creatividad con menos énfasis en las tendencias históricas.

Con tantas empresas en una crisis financiera, se requiere de más gestión de balances, flujos de efectivo más proyectados, más análisis y menos enfoque en la cuenta de resultados histórica, más simplicidad con menos complejidad.

Más apertura mental, menos suposiciones

Seguramente esta crisis ha enseñado el poder de ser de mente abierta frente a ciertos retrasos causados por suposiciones heredadas. La pandemia ha obligado a ejecutar el trabajo de una manera más digital, con mucho trabajo a distancia y flexibilidad.

La apertura mental implica tomar creencias y suposiciones y probarlas contra información, pensamientos e ideas nuevas y posiblemente contrarias. Sólo al estar dispuestos a poner a prueba creencias y suposiciones, se logra tener una mente abierta. Ahora bien, con una mente abierta es posible reevaluar las prioridades. ¿Se están haciendo las cosas correctas, o creemos que las hacemos bien? Es importante reflexionar sobre este tema. Con tantos cambios no es fácil tener certeza, pero es posible evaluar mejor las oportunidades. Así será más sencillo tener claridad para que los miembros de los equipos de trabajo sepan exactamente en qué deben centrarse.

Más relaciones con menos formalidad

Durante la pandemia se ha incrementado de manera significativa tanto el uso de videoconferencias como el de trabajo remoto desde casa. Estas situaciones han implicado una mayor exposición de la vida personal y han permitido compartir espacios más familiares. Esto ha permitido conocer hijos, mascotas, espacios de habitación, así como hábitos de alimentación y descanso, entre otros, de manera casual. Es así como las relaciones con los clientes y colaboradores tenderán a ser menos formales y va a haber un acercamiento entre diferentes niveles de la firma y un mayor acercamiento al liderazgo por parte los miembros de los equipos y los clientes, lo cual posiblemente se mantenga como tendencia.

Más colaboración con menos presencia física

Las reuniones virtuales han permitido una participación más amplia de miembros y colaboradores de las firmas y de sus clientes. Esta flexibilidad facilita la manera en que se ejecuta el trabajo. La ejecución de pruebas, la obtención de evidencia, ciertos análisis y resultados resulta favorecida al poderse trabajar de manera remota e incluso simultánea. El trabajo se completa de una manera ágil. En ese sentido, muchos miembros de los equipos de auditoría no renunciarán a esta flexibilidad. Las firmas exitosas serán aquellas capaces de contar con más miembros que se adapten a este nuevo esquema.

Esto a su vez, implica cambios en infraestructura. Es posible que no se requiera tanto espacio de oficina. Incluso, para ciertos trabajos, específicos, se pueden buscar alternativas de espacio compartido o ejecutar todas las actividades desde casa.

Más resultados con menos tiempo

En las actuales circunstancias, se han presentado más oportunidades de aportar valor significativo al trabajo efectuado para los clientes. Ha habido una gran aceleración de los entornos digitales que han beneficiado a empresas y firmas. En muchos casos, los tiempos de respuesta se han reducido y se ha aumentado la productividad y la obtención de resultados; esto permite más espacio para estudiar perspectivas y riesgos.

En la medida en que los auditores sean más ágiles y proactivos, anticipen informes en tiempo real para los clientes, habrá ahorros en el trabajo. El desarrollo y uso de herramientas de análisis de datos y las pruebas remotas ahora son parte normal del trabajo y son una oportunidad para obtener resultados de alto impacto a partir de las labores ejecutadas con el enfoque apropiado.

Para los auditores hay un reto de reinventarse e innovar constantemente acerca de cómo atender las cambiantes necesidades de los clientes. Hay una oportunidad de aprender y anticipar las necesidades cambiantes, lo que se reflejará en el fortalecimiento de la profesión. Hay que incorporar a la visión del trabajo el hacer más con menos.

[1] Basado en el artículo: https://www.journalofaccountancy.com/news/2020/jun/accounting-trends-coronavirus-recovery-embrace-more-with-less

CP Iván Rodríguez -

Auditor y Consultor, Diplomado en Alta Gerencia de Seguros y Derecho de Seguros. Especialista en Dirección Financiera y Desarrollo Organizacional, Diplomado en Gerencia de la Calidad, Contador Público de la Pontificia Universidad Javeriana, con 20 años de experiencia en diversas empresas. Amplia experiencia en la elaboración y ejecución de auditorías y revisorías fiscales. Dirección y ejecución de asesorías, consultorías y capacitaciones. Colaborador de Auditool

Bogotá DC, Colombia