Por: Equipo Auditool
La auditoría de estados financieros es un proceso que evalúa la exactitud y veracidad de la información financiera proporcionada por una entidad. Un aspecto crítico de este proceso es el tratamiento de los eventos subsecuentes, es decir, aquellos hechos que ocurren entre la fecha del balance general y la fecha en que se emite el informe de auditoría. Estos eventos pueden tener un impacto significativo en los estados financieros y, por lo tanto, deben ser cuidadosamente identificados y evaluados por el auditor. Este artículo explora los procedimientos de auditoría recomendados para abordar estos eventos, distinguiendo entre aquellos que requieren un ajuste en los estados financieros y aquellos que simplemente necesitan ser revelados.
Identificación de eventos subsecuentes
El primer paso en el abordaje de los eventos subsecuentes es su identificación. Los auditores deben revisar las transacciones y hechos relevantes ocurridos después de la fecha del balance general hasta la fecha de emisión del informe de auditoría. Esto incluye, pero no se limita a, la revisión de actas de reuniones de directorio, contratos importantes firmados, litigios nuevos o resueltos, y cambios significativos en las condiciones económicas o en la industria que puedan afectar a la entidad.
Evaluación de eventos subsecuentes
Una vez identificados, los eventos subsecuentes deben ser evaluados para determinar su impacto en los estados financieros. Esta evaluación implica distinguir entre dos tipos de eventos:
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Eventos que proporcionan evidencia adicional de condiciones que ya existían al final del periodo sobre el que se informa (eventos de tipo I): estos eventos requieren un ajuste en los estados financieros. Por ejemplo, la resolución de un litigio pendiente que confirma una pérdida estimada previamente o la bancarrota de un cliente que confirma la irrecaudabilidad de una cuenta por cobrar.
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Eventos que indican condiciones que surgieron después de la fecha del balance general (eventos de tipo II): estos eventos no requieren un ajuste en los estados financieros, pero sí pueden necesitar ser revelados si son de tal magnitud que la omisión de su divulgación podría afectar las decisiones de los usuarios de los estados financieros. Un ejemplo sería la adquisición de una entidad después de la fecha del balance general.
Procedimientos recomendados de auditoría
Para abordar adecuadamente los eventos subsecuentes, se recomiendan los siguientes procedimientos de auditoría:
- Revisión de documentación posterior al cierre: incluyendo contratos, correspondencia con abogados, actas de reuniones y reportes financieros interinos.
- Indagaciones con la dirección: preguntar a la dirección sobre eventos subsecuentes importantes que podrían afectar los estados financieros.
- Obtención de representaciones de la dirección: obtener una confirmación escrita de la dirección sobre la integridad de la información proporcionada relacionada con los eventos subsecuentes.
- Evaluación de los controles internos: considerar la eficacia de los controles internos de la entidad para identificar eventos subsecuentes que requieran ajuste o divulgación en los estados financieros.
Los eventos subsecuentes juegan un papel crucial en la presentación fiel de los estados financieros. La correcta identificación y evaluación de estos eventos, seguidos de los ajustes o divulgaciones necesarias, aseguran que los estados financieros proporcionen una imagen clara y completa de la situación financiera de la entidad al final del periodo contable. Los auditores, mediante la aplicación de procedimientos de auditoría detallados y específicos, tienen la responsabilidad de garantizar que los estados financieros reflejen de manera precisa el impacto de estos eventos subsecuentes.