En el mundo de la contabilidad y las finanzas, la manipulación financiera se ha convertido en un arte oscuro que ciertas empresas practican para presentar una imagen más favorable de su situación financiera. Aunque muchos auditores están familiarizados con técnicas comunes de manipulación, existen tácticas más sofisticadas y menos conocidas que pueden tener un gran impacto en los estados financieros. En este artículo, nos adentraremos en estas técnicas para desvelar cómo se realizan y cómo pueden identificarse.
1. Utilización de entidades de propósito especial (EPEs): las EPEs son entidades separadas creadas con un propósito específico, como financiar ciertos proyectos o activos. A veces, las empresas las usan para trasladar deudas fuera de sus balances. Estas operaciones pueden ser legales, pero si no se revelan adecuadamente, pueden distorsionar gravemente la imagen financiera de la empresa.
2. Manipulación del reconocimiento de ingresos: en lugar de simplemente inflar los ingresos, algunas empresas utilizan métodos más sofisticados, como el reconocimiento anticipado de ingresos de contratos a largo plazo o el aplazamiento de ingresos legítimos para suavizar las cifras en períodos futuros.
3. Uso indebido de provisiones y reservas: las empresas suelen crear provisiones para posibles pérdidas o gastos futuros. Algunas, sin embargo, exageran estas provisiones y, posteriormente, las revierten en los períodos en que necesitan mejorar sus ganancias.
4. Combinaciones de negocios y ajustes de "un solo efecto": al adquirir otra empresa, hay una cierta discreción en cómo se asignan los precios de compra a los activos y pasivos adquiridos. Manipular estos números puede llevar a depreciaciones y amortizaciones más bajas en el futuro, mejorando artificialmente las ganancias.
5. Swaps de productos: dos empresas pueden acordar comprar productos o servicios la una de la otra, inflando artificialmente los ingresos sin un cambio real en la economía subyacente de las empresas.
6. Manipulación de derivados y contratos complejos: las empresas pueden usar o malinterpretar reglas contables relacionadas con instrumentos financieros derivados para mejorar sus resultados. Estos instrumentos, debido a su complejidad, pueden no ser entendidos completamente por los auditores.
7. Clasificación incorrecta de gastos operativos y no operativos: algunas empresas pueden tratar de presentar ciertos gastos como no recurrentes o "extraordinarios" para que no afecten su EBITDA (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) y, de esta manera, presentar una imagen más saludable de las operaciones en curso.
8. Manipulación de la clasificación de activos y pasivos de corto y largo plazo: es vital para los inversionistas y otras partes interesadas comprender la liquidez y solvencia de una empresa. Manipular la clasificación, por ejemplo, al presentar ciertos pasivos de corto plazo como de largo plazo, puede mejorar artificialmente las ratios financieras y dar la impresión de una posición financiera más sólida. De manera similar, ciertos activos que deberían clasificarse como de largo plazo (porque no se espera que se conviertan en efectivo en el corto plazo) podrían ser presentados como activos de corto plazo para mejorar indicadores como el ratio de liquidez corriente.
Como acabamos der ver, la manipulación financiera es un campo en constante evolución, donde las empresas ingeniosas encuentran constantemente nuevas maneras de presentar sus números de forma más favorable. Para los auditores es esencial mantenerse al día con estas tácticas y tener un enfoque escéptico y detallado al revisar los estados financieros. Sólo con una combinación de educación continua, tecnología avanzada y escepticismo profesional se pueden identificar y contrarrestar estas técnicas sofisticadas de manipulación financiera.