Por: CP Iván Rodríguez. Colaborador de Auditool.

En el actual entorno de los negocios, las organizaciones deben abordar cada vez más y mayores riesgos, originados en las circunstancias sociales, tecnológicas y políticas. Por ello, la alta dirección debe ser muy cuidadosa al momento de gestionar los riesgos, toda vez que las amenazas son muy variadas. Desde la seguridad de los datos hasta el cumplimiento de la regulación sobre responsabilidad social hay un amplio panorama que debe enfrentarse en medio de un ambiente político cambiante o en situaciones externas e inesperadas como la pandemia de COVID-19.

Frente a este desafío, las personas encargadas de las áreas de riesgos, además de una amplia comprensión de las complejidades que representa la variedad de riesgos presentes cuyo impacto deben mitigar, deben saber sus contactos con cada una de las áreas y departamentos de la organización de manera que tengan respuestas integrales y satisfactorias, además de aprovechar las sinergias que puedan lograrse.

De este modo, un área que resulta de especial importancia en esta labor es el departamento jurídico, pues permite abordar con mayor propiedad los riesgos legales más complejos y la incidencia normativa en otros riesgos, tales como los comerciales o financieros.

En la actual dinámica de los negocios, es cada vez más difusa la línea que separa los riesgos comerciales de los riesgos legales y, por ello, los departamentos legales han venido incrementando su papel, colaborando con la revisión de estrategias comerciales, la verificación de cumplimientos normativos e incluso, revisando temas relativos a la seguridad de datos. Así las cosas, los profesionales encargados de las áreas de riesgos deberían (si no lo están haciendo) trabajar más en conjunto y coordinadamente con los directores de las áreas legales de las organizaciones en una alianza estratégica beneficiosa para todos.

En el artículo “Fomento de la colaboración entre profesionales de riesgos y departamentos jurídicos” publicado en la página web www.rmmagazine.com, se menciona la encuesta ACC Chief Legal Officers Survey 2021, de acuerdo con la cual un 95% de las organizaciones encuestadas consideran que el departamento legal es responsable de gestionar el riesgo legal.

La encuesta, basada en las respuestas de 947 directores jurídicos (CLO) de organizaciones de 44 países, también cita que una función específica de las áreas de gestión de riesgos es responsable de gestionar los riesgos legales en aproximadamente un tercio de las organizaciones participantes (seis puntos más que en 2020) y un 28% de los CLO indicaron que el área de finanzas o tesorería también posee responsabilidad.

De acuerdo con lo anterior, se aprecia que en la gestión del riesgo hay un esfuerzo de colaboración entre diferentes áreas tales como el área de gestión de riesgos, el área legal y otras áreas o departamentos del negocio. En ese sentido, las personas de las áreas de gestión de riesgo deben estrechar su colaboración con el área legal, de manera que se logren sinergias al gestionar adicionalmente, riesgos legales y empresariales.

Un buen análisis de riesgo debe efectuarse desde diferentes perspectivas, incluida la perspectiva legal, toda vez que impacta la capacidad de las organizaciones para cumplir y ejecutar metas y objetivos.

Es necesario, por su parte, que las organizaciones cuenten con procesos adecuados de evaluación y mitigación de riesgos, de manera que consideren las diferentes amenazas que podrían impactar los objetivos y resultados. Una manera de lograr eficiencias es que las áreas de riesgos y de cumplimiento orienten esfuerzos hacia las áreas que pueden representar mayores desafíos. De acuerdo con la encuesta antes citada, el 61% de los CLO consideran la regulación específica de la industria como el principal desafío al que se enfrentan, seguido por las reglas de privacidad de datos con un 53,6% y los cambios políticos con un 38%. También se menciona la preocupación de los CLO por los riesgos en procesos de fusiones y adquisiciones, lo que evidencia la importancia que puede tener la experiencia del equipo legal en la mitigación de riesgos.

Ahora bien, con el propósito de facilitar la colaboración entre áreas de riesgo y departamentos jurídicos en las organizaciones para gestionar riesgos, se pueden emplear las siguientes estrategias de trabajo en conjunto:

Evaluación y gestión de riesgos

El área de riesgos identifica y evalúa los riesgos operativos, financieros, legales y de cumplimiento que enfrenta la empresa. Por su parte, el departamento jurídico, luego analiza estos riesgos desde una perspectiva legal, puede proporcionar asesoramiento sobre cómo mitigarlos.

Cumplimiento normativo

El departamento jurídico, en virtud de su especialidad y conocimiento, puede ayudar al área de riesgos a comprender y cumplir con las leyes y regulaciones relevantes para la industria en la que opera la empresa. Adicionalmente, puede prestar su concurso para colaborar en la implementación de políticas y procedimientos que permitan el cumplimiento normativo.

Revisión de contratos y acuerdos

Una revisión en conjunto puede ser enriquecedora para la gestión de riesgos. El departamento jurídico puede revisar los contratos y acuerdos comerciales con el propósito de identificar posibles riesgos legales y asegurarse de que la empresa esté protegida adecuadamente. Por su parte, el área de riesgos puede proporcionar información sobre los riesgos operativos asociados con ciertos contratos y, de esa manera, se logrará una revisión más integral.

Gestión de litigios

Cuando la organización enfrenta litigios o disputas legales, el departamento jurídico es el responsable de manejar estos asuntos. En esta situación, el área de riesgos puede proporcionar información sobre los posibles impactos financieros y reputacionales que se originen en dichos litigios para contribuir en la toma de decisiones.

Formación y educación

La capacitación, como estrategia en la mitigación de riesgos puede ser asumida en conjunto. Ambas áreas o departamentos pueden colaborar en la capacitación del personal sobre temas legales y de riesgo, que sean relevantes para sus funciones. Esta medida contribuye a fomentar una cultura de cumplimiento al interior de la organización a la vez que permite que los empleados estén informados sobre las políticas y procedimientos pertinentes.

Con una evaluación de riesgos y amenazas más amplia e integral es posible gestionar el riesgo empresarial de una mejor manera. Los desafíos en temas de gobernanza, riesgo y cumplimiento pueden atenderse más estructuralmente al emplear estrategias como las citadas anteriormente; de ahí la importancia de su conocimiento por parte de los auditores, en beneficio de toda la organización.


 

CP Iván Rodríguez - CIE AF

Auditor y consultor, diplomado en Alta Gerencia de Seguros y Derecho de Seguros. Especialista en Dirección Financiera y Desarrollo Organizacional, diplomado en Gerencia de la Calidad. Contador público (CP) de la Pontificia Universidad Javeriana con 20 años de experiencia en diversas empresas. Tiene amplia experiencia en la elaboración y ejecución de auditorías y revisorías fiscales. Dirección y ejecución de asesorías, consultorías y capacitaciones. Colaborador de Auditool.

Bogotá D.C., Colombia.

 

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