Por: CP Iván Rodríguez. Colaborador de Auditool.
Las pequeñas y medianas empresas representan más de la mitad de los empleos formales del mundo, de acuerdo con el grupo banco mundial[1]. En Estados Unidos, más del 50% de los empleos provienen de pymes y en países como Colombia, más del 95% son Mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas) y generan el 80% del empleo del país. Su capacidad para crear empleos a nivel local es crucial, especialmente en áreas rurales o menos industrializadas, donde las grandes empresas suelen tener menos presencia. Adicionalmente, al ser empresas más pequeñas, tienden a adaptarse mejor a las necesidades del mercado laboral local y a crear oportunidades de empleo con mayor flexibilidad.
Las Mipymes contribuyen al desarrollo económico local al descentralizar la actividad económica; esto también facilita los vínculos con otras pequeñas empresas y proveedores locales, creando así un ciclo económico que beneficia a la comunidad en general y promoviendo el crecimiento en regiones menos urbanizadas. Por su tamaño, las Mipymes, resultan ser más ágiles y flexibles en la adopción de nuevas tecnologías y procesos que empresas de mayor tamaño. En ocasiones, esto les permite experimentar con nuevas ideas y productos más rápidamente que las grandes empresas. Sin embargo, en muchos casos, carecen del capital financiero y operativo para abordar algunos desarrollos tecnológicos o inversión para adecuar la infraestructura.
Ahora bien, en virtud de sus características, las pequeñas empresas se ven sometidas a diferentes desafíos que abarcan desde la inflación hasta los costos de materias primas, mano de obra, pagos a los empleados y seguros, entre otros. El acceso a fuentes de financiamiento normalmente representa un alto costo y aunque para compensar los gastos es posible aumentar el precio de sus propios bienes y servicios, el margen de maniobra es reducido, ya que hay una alta competencia y los consumidores buscan las condiciones más favorables del mercado.
En este entorno, el papel de la auditoría frente a las Mipymes ha sido tradicionalmente el de contribuir al control y gestión de sus operaciones, así como orientar, desde la órbita de su competencia, en la toma de decisiones financieras más precisas. Los principales aspectos que la auditoría brinda a una Mipyme cuando presta sus servicios son[2]:
Transparencia y Confianza:
En ocasiones, las Mipymes recurren a los servicios de auditorías para proporcionar a ciertos terceros interesados (inversionistas, socios o bancos) un informe financiero claro, preciso y debidamente respaldado. Esto incrementa la confianza de terceros en la empresa. También es útil para identificar ineficiencias y riesgos en los procesos de la empresa, lo que permite lograr mejoramientos en estos.
Cumplimiento Normativo:
Las auditorías ayudan a las Mipymes a cumplir con las normativas fiscales y legales locales, evitando sanciones o multas. Esto es especialmente importante cuando la empresa tiene operaciones en sectores regulados o recibe subsidios o financiamiento del gobierno.
Acceso a Financiamiento:
Toda vez que los bancos e instituciones financieras suelen exigir informes debidamente auditados con el propósito de evaluar la solvencia y estabilidad financiera de las Mipymes antes de otorgar préstamos o líneas de crédito, la auditoría se constituye en un requisito clave para acceder a estos recursos.
Como se aprecia, una Mipyme puede favorecerse de manera interesante de los resultados del trabajo de la auditoria y al aplicar las recomendaciones, pueden crear más valor para sus clientes, mejorar sus márgenes, ser más competitivos en los precios, hacer más eficiente la gestión de costos y lograr la obtención del capital necesario para sus planes y proyectos. Ahora bien, dentro de los temas que más preocupación genera a la administración de las Mipymes se encuentran:
- Pronóstico del flujo de caja
- Planificación y análisis financiero para la toma de decisiones
- Acceso al capital
Una contribución que puede hacer la auditoría, sin descuidar su objetividad e independencia, es orientar parte de sus evaluaciones y recomendaciones a estos temas, de manera que las Mipymes puedan abordarlos de una manera más estructural y con menores riesgos.
Pronóstico del flujo de caja
Al operar con márgenes muy estrechos y una incertidumbre continua, la dirección de las pequeñas empresas necesita pronosticar de manera rápida y precisa los flujos de efectivo futuros. Con un panorama de los pagos complejo y proveedores que establecen sus propios requisitos, resulta difícil anticipar y administrar el flujo de efectivo de manera efectiva. La auditoría puede evaluar las políticas y procesos respectivos y recomendar las mejores prácticas en el manejo del flujo de caja, para contribuir a aliviar esta preocupación.
Planificación y análisis financiero para la toma de decisiones
Las Mipymes necesitan fortalecer su enfoque en temas estratégicos para lograr su éxito a largo plazo. La cantidad del personal, las decisiones sobre lanzar nuevos productos, los incrementos de precios y los cambios en la demanda son algunos de los temas que deben considerarse. Una juiciosa revisión de la auditoria para comprender los objetivos estratégicos y los impulsores clave del negocio es vital en la evaluación de los modelos financieros que guíen el proceso de planificación y así evidenciar mejoras o recomendaciones que le permitan a la Mipyme tomar mejores decisiones.
Acceso al capital
La administración de las Mipymes les preocupa tener acceso rápido al capital necesario, mantener sus negocios en funcionamiento y aprovechar las oportunidades de crecimiento a medida que surgen. La auditoría puede evaluar las decisiones de financiación y su oportunidad, o realizar las recomendaciones que mitiguen los riesgos en ese aspecto.
Se observa entonces que la auditoría, además de su tradicional función, contribuye a garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las MiPymes al abordar sus principales preocupaciones, mejorar la eficiencia operativa y verificar el cumplimiento de las obligaciones normativas.
[1] El Grupo del Banco Mundial (GBM) es un conjunto de cinco organizaciones internacionales que otorgan préstamos a países en desarrollo. Es el banco de desarrollo más grande y conocido del mundo. Fue creado en 1944 y está conformado por 189 países miembros.
[2] Basado en: Small businesses are worried – your firm can help
Auditor y consultor, diplomado en Alta Gerencia de Seguros y Derecho de Seguros. Especialista en Dirección Financiera y Desarrollo Organizacional, diplomado en Gerencia de la Calidad. Contador público (CP) de la Pontificia Universidad Javeriana con 20 años de experiencia en diversas empresas. Tiene amplia experiencia en la elaboración y ejecución de auditorías y revisorías fiscales. Dirección y ejecución de asesorías, consultorías y capacitaciones. Colaborador de Auditool.
Bogotá D.C., Colombia.