Por: CP Iván Rodríguez. Colaborador de Auditool.

Los equipos de auditoría, al abordar el trabajo con un nuevo cliente o proyecto normalmente se encuentra frente a dos alternativas. Mantener las prácticas habituales empleadas anteriormente en otros trabajos o actuar con audacia y usar prácticas innovadoras. (A veces resulta combinando las dos posibilidades). En todo caso, en la dinámica actual de los negocios en que los clientes se enfrentan a nuevas oportunidades y riesgos, los directores de auditoría deben llevar a sus equipos a nuevos rumbos, tener mayor diversificación y mantener su enfoque en el crecimiento estratégico. En un reciente artículo[1] publicado en el portal www.corporatecomplianceinsights.com, se presentan algunas acciones clave recomendadas para que los directores de auditoría y sus equipos actúen en un entorno dinámico y crezcan como asesores estratégicos del negocio.

Priorizar la transformación: ser un catalizador del cambio

A pesar de los avances logrados por los equipos de auditoría, en muchas organizaciones aún se percibe a la auditoría interna como una labor de cumplimiento o aseguramiento (incluso muchos grupos de auditoría interna operan con una mentalidad similar). En un panorama empresarial de rápidas transformaciones, los equipos de auditoría y sus líderes deben ser ágiles, conocer y saber aplicar la tecnología, poder acceder a los datos y posicionarse para ser un socio estratégico, de manera que pueda brindar perspectivas centradas en el valor a la junta directiva y a la alta dirección.

Para el efecto, es necesario un cambio de mentalidad para aceptar el cambio y salir de la zona de confort. Los líderes y equipos de auditoría interna deben posicionarse en virtud de su mentalidad estratégica, su enfoque en la innovación y su capacidad para ofrecer un valor apreciable y medible a la empresa. En ese sentido, los esfuerzos de transformación del equipo de auditoría deben equilibrarse y orientarse con las necesidades inmediatas de la empresa para ayudarla en la optimización de los procesos comerciales y la satisfacción del cliente mediante el mejoramiento de la calidad, el aumento de la eficiencia operativa y la comprensión de los tiempos de los procesos. Sus esfuerzos también deben abarcar la gestión de los riesgos actuales, haciendo hincapié en la planificación estratégica a largo plazo y el desarrollo de las competencias pertinentes para hacer frente a los retos futuros, sin perder la objetividad y la independencia.

Apoyo en la tecnología

Es necesario invertir en la adquisición e implementación de herramientas de tecnología avanzada (análisis de datos, minería de procesos) lo que permite mejorar la comprensión de los procesos empresariales y facilita su simplificación al eliminar y/o automatizar las actividades. Esto conducirá a mejores resultados e impacto. Un acertado uso de la IA puede contribuir a la labor de la auditoría interna, al facilitar su gestión y la implementación de sus recomendaciones de manera correcta, con la supervisión humana adecuada.

Descuidarse en este frente tecnológico puede ser muy costoso, toda vez que las auditorías resultan más lentas, las evaluaciones de riesgos menos exhaustivas, y se disminuye el impacto empresarial del trabajo. Por el contrario, las tecnologías nuevas y emergentes han venido impulsando una amplia transformación en la labor de auditoría, y han sido determinantes en lograr mejores resultados.

Cultivar el talento

Toda transformación en la propuesta de valor de la auditoría requiere profesionales de alto rendimiento, que puedan abordar tanto los asuntos de auditoría complejos como aportar un enfoque estratégico. Hoy día se requieren equipos interdisciplinarios y no solamente profesionales con conocimientos en contabilidad y finanzas. Se debe fomentar una gama más amplia de conocimientos especializados. Por ello, el reclutamiento y desarrollo del talento deben ampliarse y buscar diversidad en temas tales como la experiencia, los antecedentes, la educación y las habilidades, que en conjunto permiten mejorar las capacidades del equipo para resolver desafíos nuevos y únicos.

Mejorar las habilidades de los miembros actuales del equipo de auditoría en tecnologías emergentes y nuevos riesgos, tales como las amenazas cibernéticas avanzadas y los nuevos requisitos de privacidad de información, al tiempo que se crea un entorno de trabajo atractivo y se fomenta el desarrollo profesional, ayudará a atraer y conservar una amplia gama de profesionales para que desarrollen sus carreras en auditoría.

Adoptar una mentalidad de innovación

Una mentalidad de innovación resulta fundamental para ayudar a la auditoría interna a avanzar en un entorno cambiante. Para ello, la innovación debe ir más allá de la tecnología. Por ejemplo, hay que ver los desafíos organizacionales con diferentes perspectivas; proponer soluciones creativas; pensar en conjunto con los expertos al evaluar los desafíos actuales y futuros de la organización.

Los líderes y miembros del equipo de auditoría deben estar en el camino de la innovación para ofrecer información de valor añadido sobre las principales iniciativas de transformación (tecnología, operaciones, expansión del mercado, etc.) en toda la organización. Hay que tomar la iniciativa.

Actuar como un socio estratégico

El cumplimiento de expectativas y la voluntad de superarse son clave para el éxito. Ahora bien, suele ocurrir que las juntas directivas y los ejecutivos de nivel C están satisfechos con el papel actual de la auditoría interna, entonces no hay mayor motivación para el cambio. Por ello, hay que mostrar a las partes interesadas, las contribuciones adicionales que puede hacer la auditoría interna. Garantizar una mayor alineación entre lo que los miembros de la junta directiva y los líderes de alto nivel buscan y necesitan de la auditoría interna y lo que el equipo de auditoría prioriza debe ser el enfoque.  Actuar como socio estratégico requiere colaborar con las partes interesadas para ir más allá del cumplimiento y los controles, así como proporcionar servicios de asesoramiento de valor añadido.

La anterior relación de acciones no es exhaustiva, pero su implementación y/o fortalecimiento hacen que los equipos de auditoría logren un mayor dinamismo, sean más estratégicos y mejoren el nivel de sus evaluaciones y recomendaciones en beneficio de los clientes y los propios miembros. De ahí la importancia a tener una mentalidad abierta y buscar de manera permanente la innovación, mediante la capacitación en temas de vanguardia para la profesión.

[1] Ver: Internal Audit: Oh, the Places You’ll Go!


CP Iván Rodríguez - CIE AF

Auditor y consultor, diplomado en Alta Gerencia de Seguros y Derecho de Seguros. Especialista en Dirección Financiera y Desarrollo Organizacional, diplomado en Gerencia de la Calidad. Contador público (CP) de la Pontificia Universidad Javeriana con 20 años de experiencia en diversas empresas. Tiene amplia experiencia en la elaboración y ejecución de auditorías y revisorías fiscales. Dirección y ejecución de asesorías, consultorías y capacitaciones. Colaborador de Auditool.

Bogotá D.C., Colombia.

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