Por: Equipo Auditool

Imagina que eres un auditor junior en una gran empresa, tu jefe te ha pedido que revises algunos procesos clave para asegurarte de que los riesgos están siendo gestionados adecuadamente, pero, ¿por dónde empiezas? ¿Quién más está involucrado en la gestión de riesgos y el control interno? Aquí es donde entra en juego el modelo de las tres líneas del Instituto de Auditores Internos (IIA).

¿Qué es exactamente el modelo de las tres líneas?

En pocas palabras, el modelo de las tres líneas es una forma de organizar y coordinar los diferentes roles y responsabilidades relacionados con el gobierno, la gestión de riesgos y el control en una organización. Imagina un equipo de fútbol:

  • La primera línea son los jugadores en el campo, manejando el balón y tratando de anotar goles. En una organización, estos son los gerentes y el personal operativo que gestionan los riesgos día a día.
  • La segunda línea son el entrenador y su asistente en la banda, proporcionando orientación, supervisión y apoyo a los jugadores. En una empresa, estos son roles como el oficial de cumplimiento, el gerente de riesgos y el contralor, que ayudan a los gerentes a gestionar los riesgos de manera efectiva.
  • La tercera línea es como un árbitro imparcial, asegurando que todos sigan las reglas y que el juego sea justo. Este es el rol de la auditoría interna, que proporciona una evaluación independiente y objetiva de la eficacia del gobierno, la gestión de riesgos y el control.

Y no nos olvidemos del dueño del equipo (el órgano de gobierno), que supervisa todo desde el palco y es responsable en última instancia del éxito del equipo.

¿Para qué sirve el modelo?

El objetivo principal del modelo es asegurar que no haya brechas ni duplicaciones en la gestión de riesgos y el control. Por ejemplo, imagina que en un proceso de compras, nadie revisa si los proveedores han sido aprobados adecuadamente. Esa sería una brecha. O si tanto el gerente de compras como el contralor están haciendo la misma verificación, eso sería una duplicación. El modelo de las tres líneas ayuda a evitar estos problemas al asignar responsabilidades claras a cada "línea".

¿Qué beneficios aporta?

Implementar el modelo de las tres líneas puede traer muchos beneficios para tu organización, como:

  1. Mejor gobierno: Con roles y responsabilidades claros, la toma de decisiones es más transparente y responsable.
  2. Gestión de riesgos más efectiva: Según estudios, las empresas con funciones de gestión de riesgos más maduras (que a menudo aplican el modelo de las tres líneas) tienen menos pérdidas por riesgos.
  3. Mayor eficiencia: Al eliminar duplicaciones, tu equipo puede enfocarse en lo que realmente importa.
  4. Cumplimiento regulatorio más fácil: Con una estructura clara de gobierno y control, es más sencillo demostrar cumplimiento a reguladores y auditores externos.
  5. Decisiones más inteligentes: Con mejor información sobre riesgos, tu organización puede tomar decisiones más estratégicas.

En resumen, el modelo de las tres líneas es una herramienta poderosa para ayudarte a ti y a tu organización a gestionar los riesgos de manera más efectiva y eficiente. Al comprender sus principios básicos y trabajar en estrecha colaboración con tus colegas de la primera y segunda línea, puedes convertirte en un valioso jugador en el "equipo de riesgos y control" de tu empresa. ¿Listo para empezar?

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