Hace poco un hombre de aproximadamente 45 años fue condenado a 71 meses de prisión por cargos de fraude postal y la presentación de una declaración de impuestos falsa, pornografía infantil. Al sindicado también se le ordenó pagar 1,4 millones dólares de restitución, con 1,2 millones dólares destinados a su antiguo empleador y 209.546 dólares para el Servicio de Impuestos Internos (Internal Revenue Service, IRS).
El hombre admitió que desde durante 12 años trabajó en una organización en la cual tenía muchas atribuciones entre otras, tenía autoridad sobre su cuenta de cheques. Por mas de 12 años este individuo emitió cheques por más de $ 1,4 millones de dólares depositando los fondos en una cuenta abierta a nombre de unas de sus compañías y usándolos para su beneficio personal. Como si fuera poco, el sindicado también presentó una declaración de impuestos fals para el año 2004 en la que no informó de 140.000 dólares que tomó la empresa para la cual laboraba. No obstante que los dineros fueron producto de un ilícito el contribuyente estaba obligado a declararlos.
Este perpetrador había cultivado una relación de confianza con el propietario de la empresa para la cual laboró y había ganado una posición en la que tenían acceso ilimitado a la chequera. En posición de hurtar y esconder el producto del hurto, entonces comenzó a escribir él mismo los controles y por lo mismo, conociendo como evadirlos para cometer sus ilícitos dentro de la organización. Empezó como todos los perpetradores, examinando cuidadosamente el terreno y empezando con cuantías moderadas, teniendo en $ US10.000 a US $ 20.000 al año en el comienzo y hasta US$177.000 dólares al año hacia el final, cuando finalmente fue descubierto.
Dicen los criminólogos que comportamiento pasado es indicador de comportamiento futuro. Esta premisa se validó en este caso cuando el perpetrador de estos fraudes empresariales también fue sentenciado a cinco años y cuatro meses de prisión para la recepción y posesión de más de 19.000 imágenes de pornografía infantil que fueron encontradas en su computador personal. En el pasado, el mismo perpetrador había sido investigado por mantener relaciones sexuales con prostitutas menores de edad. El individuo llamó la atención de los agentes del orden que estaban investigando incidentes de prostitución donde los evidencias condujeron a la captura y posterior enjuiciamiento del criminal.
Varias lecciones se desprenden de este caso:
1) Las organizaciones deben mantener un control riguroso de sus activos y especialmente del acceso a efectivo, a través de la cuenta de cheques.
2) Asegurarse que los cheques emitidos tengan al menos dos firmas para minimizar el riesgo de apropiación indebida de fondos
3) Evitar centralizar poder en un individuo de tal manera que se le posibilite cometer ilícitos y evadir los controles
4) Requerir paz y salvos judiciales que identifiquen plenamente los antecedentes criminales de un empleado o empleado en potencia
5) Denunciar a quienes cometen fraude en las organizaciones porque de otro modo la cadena iniciada en una compañía se perpetúa en varias hasta que alguien rompe al ciclo al denunciar.
6) Mantenga un ambiente libre de fraude, fomente la política de no tolerar fraude a través del ejemplo, la disciplina, represalia a los perpetradores, y educación continuada en materia de prevención y detección de fraude.
El contador forense está en posición privilegiada para prevenir que ello suceda y para investigar cuando instancias de fraude ocurren en una organización.
Hasta pronto,
Consuelo Herrera, CAMS, CFE, CP
Especialista Certificado en Anti Lavado de Activos, Examinador Certificado de Fraude y Contador Público. Graduada en el 2006 de University of South Florida en los Estados Unidos y de las Universidades Central y Católica de Colombia en Bogotá.