Cuando Charles Darwin publicó su famosa teoría sobre el origen de las especies en el año 1.859, propuso algunas ideas sobre la evolución que escandalizaron en los habitantes del planeta, adeptos a los rígidos, conceptos, impuestos en la llamada Época Victoriana.
Proponía Darwin una teoría novedosa y provocadora, según la cual las especies debían evolucionar para el medio en el cual vivían, en un proceso llamado Selección Natural. Así, en los lugares particularmente fríos, las especies que tienen pieles abrigadas, las cortas y metabolizadas, las que tienen más competidor en las condiciones de la comida y el espacio que otras que tienen más características, aptas para las climas cálidos. También se han registrado casos de selección artificial, mediante el cual los humanos favorecen la reproducción de especies de plantas y animales.
Ya en nuestros días, la investigadora y escritora Jean M. Auel plantea de manera magistral, de hallazgos fragmentarios, hechos en cuevas de Europa, como dos especies de homínidos se enfrentaron por la supremacía como especie; dando como resultado que los Homo Sapiens Cromañón acabaran con los Homo Sapiens Neandertal. Pese a que llegaron a los 5.000 años antes de lo que hoy se conoce como Europa, los que llegaron después supieron como desplazarlos y eventualmente borrarlos de la faz de la tierra.
Si bien Auel no existe claramente que dos subespecies no se puede coexistir, y para Darwin el asunto se remitía a dejar la selección natural actuara por sí sola; Lo que se puede observar es una vista simple que es similar a los seres vivos, ya sean plantas, animales unicos o grandes depredadores, competir entre sí por todo el espacio disponible. También es cierto que en la época de Darwin todavía se consideraba imposible que una sola especie de ser vivo pudiese acabar con todo el planeta.
Lo anterior nos lleva a plantearnos varias preguntas: ¿cuántas especies de Homo Sapiens existen hoy ?; ¿Cómo se puede identificar ?; ¿Existe la posibilidad de que puedan coexistir de manera pacífica, sin que responden a la urgencia evolutiva de suprimirse unos a otros?
A lo largo de nuestra historia como raza, muchos de los pensadores y filtros de todas las culturas han insistido en la importancia de pensar en los demás como ruta de salvación del modo de vida, de los valores, de las costumbres y de la propia identidad como humanos. Desde los antiguos filósofos chinos como Buda y Confucio (siglo V antes de nuestra era); Por qué Mahoma y otros compiladores de la filosofía judeo cristiana, siempre se ha querido hacer claridad, con diferentes matices, en que para aumentar los niveles de felicidad de las personas y de los pueblos es necesario abandonar la búsqueda del bien individual en el campo del profesional .
Lamentablemente las diferentes civilizaciones siempre nos hemos extraviado en el proceso de buscar o alcanzar la felicidad, dejando primero nuestros destinos en manos de los llamados políticos, quienes a veces tienen que abdicar ante el nuevo señor todopoderoso: el dinero. Hoy en día, las instituciones políticas del mundo se ven rebajadas al nivel de las organizaciones vascas de organizaciones más más poderosas (OCDE, BM, FMI), quienes son en última instancia las que dictan lo que hay que hacer, cómo legislarlo y cómo cumplirlo.
Cambiar el esquema de cosas, en busca de la felicidad, no va a ser fácil. Como dice Charles Péguy (1.873-1.914): "La revolución social es moral o no será".
Pero, ¿qué tipo de persona, qué tipo de Homo Sapiens es capaz de dar este salto? Veamos algunos de los diferentes
Homos que convivimos en esta era:
HOMO SAPIENS SAPIENS: es el Homo racional. Punto.
HOMO SAPIENS DEMENS: es el contrario y antagónico del SAPIENS SAPIENS. Sus actuaciones distan de estar reguladas por el raciocinio, para actuar a impulsos del momento. No planea, no piensa en el futuro, no guarda, no cree que deba preocuparse por lo que ocurre después de su paso corto por el planeta.
HOMO SAPIENS FABER: es el homo dedicado al trabajo. Su vocación de trabajo hace tiempo para la sociedad, pero inútil para generar pensamientos distintos de producir.
HOMO SAPIENS LUDENS: este, por el contrario, se centra en la lúdica, la diversión; vivir el momento.
HOMO SAPIENS ECONÓMICUS: dedicado a las actividades utilitarias. Nada que no tenga un fin económico o práctico definido de antemano el interés.
HOMO SAPIENS PROSAICUS: su vida gira alrededor de las necesidades obligatorias, cotidianas: comer, dormir, abrigarse, reproducirse.
HOMO SAPIENS POÉTICUS: construir a la inversa, elaborar una frase, centran su esfuerzo y su interés.
HOMO SAPIENS RACIONALIS: se ha visto preocupado por lo que no hay mar visible, medible, auditable. El alma y / o el espíritu no caben en su imaginación, ni siquiera como una especie de cultura alternativa.
HOMO SAPIENS IMAGINARIUS: se atreve a pensar; se atreve a equivocarse, se atreve a explorar caminos.
HOMO SAPIENS CONSUMANS: dilapidador. Solo le interesa exprimir las posibilidades inmediatas del planeta, sin preocuparse por las eventuales consecuencias.
La lista es interminable. Lo cierto es que nos encontramos frente a una extensa gama de variantes de la misma especie, lo cual pone a prueba las teorías de los reputados naturalistas.
El resultado de la interacción entre todos los diferentes Homo Sapiens debería dar como resultado el HOMO SAPIENS ÉTICUS, amalgama de todos los anteriores, y como contraposición al HOMO SAPIENS DEMONIACUS, que está empeñado en acabar con lo que queda del planeta, en convertir al dinero como un fin y no como un medio.
Para que el Homo Sapiens Ético pueda llegar a ser en la subespecie dominante, debe darse una serie de condiciones que nuestra actual cultura dificultan al extremo. La exaltación de la individualidad, el envío de mensajes contradictorios en la materia de los comportamientos éticos y la justificación de todos los comportamientos desde la óptica de su utilidad económica, complican aún más el panorama.
La ambigüedad ética se convierte en el mayor obstáculo para la generación de conductas que buscan el beneficio común.
En los próximos boletines desarrollaremos este tema, el cual se ha ventilado en todos los sectores de nuestra sociedad, como ocurre con otros temas que se ponen en peligro de manera eventual, pecado mayor trascendencia.
Alejandro H. Morales T.
ASR Ajustadores de Seguros Ltda - www.asr.com.co
NOTI - INFORMATIVO 217
Medellín - Colombia
Del Autor: Alejandro Morales es Contador Público de la Universidad de Medellín. Especialista en Análisis de Riesgos Administrativos y de Fraude. Colaborador de www.auditool.org