Por: Equipo Auditool

Cada auditor sabe que una parte sustancial de su trabajo trasciende los números y los informes, esta otra parte se encuentra en las conversaciones, en la comprensión de las preocupaciones de los stakeholders y en la presentación de hallazgos. ¿Pero qué sucede cuando la comunicación se torna complicada? El quinto hábito de Stephen R. Covey puede ser la respuesta.

La comunicación efectiva es esencial en la auditoría, ya sea discutiendo hallazgos complejos o abordando preocupaciones sensibles, la capacidad de un auditor para transmitir y recibir información es crucial. Sin embargo, en muchos casos, nos precipitamos a hablar antes de realmente entender. Aquí es donde el quinto hábito, "Busca primero entender, luego ser entendido", entra en juego. Veamos de qué se trata.

La esencia del quinto hábito

Este hábito nos enseña que la comunicación es una calle de doble sentido. Por lo que antes de expresar nuestras propias opiniones o presentar información, es vital escuchar activamente y comprender la perspectiva de la otra persona.

"La mayoría de la gente no escucha con la intención de entender; escuchan con la intención de responder." – Stephen R. Covey

Aplicación en el contexto del auditor

En la auditoría, los malentendidos pueden tener graves repercusiones. Si un auditor no comprende plenamente las preocupaciones o preguntas de un stakeholder, puede suceder que los informes queden inexactos o las decisiones mal informadas.

Por ejemplo, imagina una situación en la que un auditor encuentra una discrepancia en las cuentas. En lugar de escuchar la explicación del equipo financiero, presenta de inmediato su informe señalando un error potencial. Más tarde, se descubre que había una justificación válida para la discrepancia, pero debido a la falta de comunicación, se creó tensión innecesaria entre las partes.

Beneficios de la comunicación efectiva en auditoría

  1. Construcción de confianza: al mostrar que estás dispuesto a escuchar, fortaleces las relaciones con los stakeholders.
  2. Mayor precisión: comprender plenamente las situaciones antes de responder puede resultar en informes y conclusiones más precisos.
  3. Resolución de conflictos: la escucha activa puede desactivar tensiones y evitar malentendidos.

La comunicación va más allá de las palabras que decimos, se trata de cómo las decimos y cómo escuchamos a los demás. En el mundo de la auditoría, donde la precisión y la confianza son esenciales, adoptar el quinto hábito de Covey puede ser una herramienta invaluable. Al buscar primero entender, los auditores no solo mejoran su comunicación, sino también la calidad y eficacia de su trabajo.

¿Has experimentado situaciones donde la escucha activa ha marcado la diferencia? Comparte tus historias y reflexiones en los comentarios.

 

Aviso Cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.

× Progressive Web App | Add to Homescreen

Para instalar esta Web App en su iPhone/iPad presione el ícono. Progressive Web App | Share Button Y luego Agregar a la pantalla de inicio.

Desconectado