Por: Equipo Auditool
El mundo de la auditoría, con su riguroso examen y revisión, puede percibirse, a veces, como un ambiente de confrontación. Los auditores buscan incongruencias, mientras que las partes auditadas a menudo están a la defensiva anticipando críticas. Sin embargo, en medio de esta dinámica, el cuarto hábito (Pensar en ganar-ganar) propuesto por Stephen R. Covey en "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva", emerge como una valiosa estrategia para transformar estas interacciones.
Entendiendo el cuarto hábito
"Pensar en ganar-ganar" es la creencia en el beneficio mutuo, es la idea de que las victorias no se logran a expensas de otros, sino con otros. En lugar de ver las interacciones como juegos de suma cero, donde un ganador significa un perdedor, este hábito nos alienta a buscar soluciones en las que todas las partes involucradas se beneficien.
Aplicación en el ámbito de la auditoría
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Auditores y auditados: adoptar un enfoque de ganar-ganar significa que los auditores no se acercan a sus tareas con una mentalidad acusatoria. En lugar de ello, trabajan en colaboración con las partes auditadas para identificar áreas de mejora, asegurando que la organización sea más fuerte y más eficiente. Las partes auditadas, al sentirse apoyadas en lugar de criticadas, están más dispuestas a cooperar y tomar medidas proactivas.
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Entre colegas: la auditoría, especialmente en equipos grandes, puede ser competitiva. Sin embargo, cuando los miembros del equipo adoptan un enfoque de ganar-ganar, colaboran más efectivamente, compartiendo conocimientos y apoyándose mutuamente. Esto no solo mejora la eficacia del equipo, sino que también crea un ambiente de trabajo más armonioso.
Ejemplos prácticos
Ejemplo 1: durante una auditoría, se descubre un error en el informe financiero de una empresa. En lugar de señalarlo de manera punitiva, el auditor se acerca a la empresa con una actitud colaborativa, ofreciendo soluciones para rectificar el error y sugerencias para evitar errores similares en el futuro. Ambas partes se benefician: la empresa mejora sus procesos y el auditor construye una relación de confianza.
Ejemplo 2: dos auditores trabajan en la misma cuenta, pero desde diferentes ángulos. En lugar de competir para ver quién encuentra más incongruencias, deciden colaborar y compartir hallazgos. Como resultado, producen un informe más completo y bien fundamentado, beneficiando a su cliente y fortaleciendo su relación profesional.
"Pensar en ganar-ganar" es más que un simple hábito, se trata de un cambio fundamental en la forma de ver las interacciones en el mundo profesional. En la auditoría, donde la confianza y la colaboración son esenciales, adoptar este enfoque puede marcar la diferencia entre relaciones tensas y asociaciones productivas. Al final del día, cuando todos ganan, la integridad y eficacia de la auditoría se realzan, y las organizaciones prosperan.