Por: Equipo Auditool
La Carta a García, escrita por Elbert Hubbard a finales del siglo XIX, es un relato que ha resistido la prueba del tiempo debido a las poderosas lecciones que imparte, particularmente sobre la iniciativa y la autosuficiencia. Este relato cuenta la historia de un soldado, Andrew Rowan, que durante la Guerra Hispano-Americana se le asigna la tarea de llevar un mensaje al general Calixto García, un líder de los insurgentes en Cuba. Las particularidades de este mensaje, de las instrucciones que recibe Rowan, y cómo las lleva a cabo son lecciones valiosas para los profesionales de hoy, especialmente para los auditores.
La iniciativa se puede definir como la capacidad para evaluar y actuar sobre las situaciones de manera autónoma, buscando activamente soluciones en lugar de esperar a que se presenten. En la historia, Rowan demostró iniciativa al no cuestionar las órdenes que se le dieron, sino que, de inmediato, comenzó a idear cómo llevaría a cabo la tarea. No se le dio un plan específico ni se le proporcionaron detalles sobre cómo debía encontrar al general García. A pesar de la falta de dirección, Rowan fue capaz de entregar la carta a su destinatario sin problemas.
En la auditoría, la iniciativa es una habilidad sumamente valiosa. En un mundo ideal, todos los datos estarían organizados perfectamente y se proporcionarían todas las explicaciones necesarias para entender una situación. Sin embargo, la realidad es que la auditoría a menudo implica navegar por una maraña de información, lidiar con áreas grises y resolver problemas complejos. Al igual que Rowan, los auditores no siempre tienen un camino claramente trazado. Necesitan tener la iniciativa para buscar respuestas, hacer las preguntas correctas y abordar las situaciones desde diferentes ángulos.
Además, la iniciativa va de la mano con la autosuficiencia. Los auditores que poseen estas cualidades son capaces de tomar la delantera en las investigaciones, identificando áreas de riesgo y proponiendo formas eficaces de abordarlas. Son capaces de hacerlo sin necesidad de supervisión constante, lo cual resulta valioso en un entorno donde el tiempo y los recursos son siempre limitados.
Inspirados en la Carta a García, los auditores pueden beneficiarse enormemente de una actitud de proactividad y autosuficiencia. Al mostrar iniciativa, los auditores pueden mejorar la eficacia y eficiencia de sus tareas, proporcionando un valor incalculable a sus clientes y a sus organizaciones. Recordemos que, como Rowan, nuestra meta no debería ser simplemente cumplir con lo mínimo requerido, sino ir más allá, tomando la iniciativa, resolviendo problemas y buscando constantemente formas de mejorar nuestra práctica.