Vestirse bien no es lo mismo que sentirse bien, pues cuando hablamos del concepto “sí mismo” y “yo soy quien soy” pensamos solo en nuestro nombre, historial académico, edad, familia, lugar donde laboramos, e inclusive hasta en los sueños y metas que se pretenden conseguir y que generan un sentimiento de expectativa e idealización.
Pero la verdad es que la imagen psicoafectiva la reflejamos con nuestra forma de ser y en cómo conversamos y saludamos. Esto es el resultado de aquello que nos han enseñado a lo largo de nuestra existencia, destacando la manera en la que nos relacionamos con otros.
A continuación, damos a conocer seis (6) tips que le permitirán al auditor mostrar plenamente su profesionalismo y seguridad hacia los demás:
Una buena imagen no se edifica sola, demanda tiempo, caídas, aprendizajes, cambios y sacrificios de malos hábitos, que no cualquiera está dispuesto a ver, pero solo aquel que quiera resaltar lo mejor de sí mismo, viendo las soluciones, las oportunidades y el bienestar que resulta de ser positivo y correcto, autocrítico y objetivo, es capaz de construir concretamente una imagen que es imperceptible de manera visual. Por ejemplo: en una organización, cuando se establece el primer contacto, se puede diferenciar a una persona que es optimista, elocuente y tolerante, con deseos de aprender y convivir correctamente con los demás; a comparación de una persona que es negativa, soberbia y demandante, que refleja inseguridad y falta de objetividad.
Es por todo lo anterior que el auditor debe saber reflejar una imagen psicoafectiva, porque la ética que maneja en su trabajo claramente hace parte de los valores personales que posee.
Equipo Auditool