Por: Equipo Auditool
En el ámbito de la auditoría y el control interno, los diferentes niveles de control son cruciales para la operación y supervisión eficientes de una organización. En particular, los controles a nivel de transacción y entidad son conceptos esenciales que deben distinguirse claramente. Este artículo brinda una visión comprensiva de ambos niveles para aquellos nuevos en este tema.
Controles a nivel de transacción
Estos controles aseguran la correcta ejecución y registro de transacciones individuales en un sistema o proceso.
Características clave:
-
Específicos y detallados. Abordan actividades concretas como validar una solicitud de gasto o autorizar un reembolso.
Ejemplo: un sistema de compras que requiere la aprobación de un gerente para gastos mayores a $1,000. Cada vez que se ingresa una solicitud de compra de este monto, el sistema bloquea el proceso hasta que el gerente da su aprobación.
-
Frecuencia elevada. Estos controles son aplicados repetidamente, a menudo en operaciones diarias.
-
Automatización potencial. Muchos pueden ser incorporados en sistemas de tecnología de la información (TI) para su ejecución automática.
Ejemplo: un software contable que realiza reconciliaciones automáticas de cuentas bancarias, identificando discrepancias para revisión.
Controles a nivel de entidad
Estos controles reflejan el entorno general y la cultura de control de una organización.
Características clave:
-
Amplitud y generalidad. Se centran en el ambiente y estructura general de una organización más que en transacciones específicas.
Ejemplo: un código de ética corporativo que todos los empleados deben revisar y firmar anualmente, estableciendo las expectativas de comportamiento dentro de la empresa.
-
Frecuencia menor. Estos controles tienden a ser evaluados en intervalos más extensos.
-
Elemento humano esencial. Su éxito depende, en gran medida, de la cultura y liderazgo de la organización.
Ejemplo: reuniones trimestrales de la alta dirección para revisar y discutir asuntos estratégicos, riesgos y oportunidades de la organización.
¿Por qué ambos niveles son cruciales?
Mientras los controles de transacción garantizan la precisión de las operaciones diarias, los controles de entidad establecen el tono general, dirección y cultura de una empresa.
Por ejemplo, una empresa podría tener un excelente sistema de control a nivel de transacción que verifica las entradas de inventario, pero si no hay una cultura de integridad (control a nivel de entidad), un empleado podría sentirse tentado a manipular estas entradas para su beneficio personal.
Distinguir y comprender los controles a nivel de transacción y entidad es esencial para quienes trabajan en la gestión de riesgos y auditoría. Juntos, estos controles crean una red de seguridad que asegura que las organizaciones operen con integridad y eficiencia.