Según el diccionario, la palabra lealtad significa fidelidad, franqueza, nobleza, honradez, sinceridad y rectitud. En resumen, lealtad es llevar siempre la verdad por delante; es decir, no acepta medias verdades ni decir lo que al jefe le agrada, o lo que éste desea oír.

Por lo tanto, la lealtad no puede ser confundida con sumisión, adoración al jefe ni con la adulación.

El empleado leal no debe ocultarle situaciones incómodas y desagradables. El empleado leal es recto, digno e incorruptible. En un proceso de conflicto, no defiende posiciones ni ocupa cargos por intereses y protagonismos personales; por lo tanto, es franco en sus apreciaciones y dice lo que piensa, sin importarle si pone en riesgo su relación laboral o es tomado por irrespetuoso.

En el mercado laboral actual, es necesario mantener los puntos elementales para promover la lealtad, los cuales se comentan a continuación:

  • Demostrar aprecio por el esfuerzo realizado por los empleados.
  • Comentar sobre la importancia de cada una de las funciones que realiza cada colaborador.
  • Compartir ideas y objetivos entre empresa y empleados.
  • Dar a conocer los temas de interés de la empresa y su entorno.

Los ejecutivos convocan a reuniones para tratar temas sobre el crecimiento y las expectativas de la empresa, asumiendo que los empleados valoran y se comprometen con lo expuesto; sin embargo, los empleados salen de estas reuniones con la sensación de que tendrán que trabajar más y que otras personas disfrutarán los beneficios y no ellos, por lo que cuando se hable sobre el futuro de la empresa, también deberá relacionarse con el futuro en término de los empleados.

Otra parte muy importante hoy en día, es identificar la equidad en géneros, ya que según encuestas realizadas por especialistas en el tema, las mujeres reportan un mayor nivel de lealtad hacia sus empleadores (76%), comparado con sus colegas masculinos (68%). Esta situación hace pensar que se debe promover la motivación en todo momento, con el liderazgo en las empresas, que es el principal conductor de la lealtad.

Los empleados ven la lealtad como un valor recíproco, en donde su esfuerzo y desempeño es recompensado con una contraprestación económica y por las prestaciones que la empresa les ofrece, como es el caso de la capacitación, comedores, programas deportivos, guarderías, becas, etcétera.

El reto para las empresas hacia sus empleados es cómo generar una percepción positiva de lealtad, lo cual se logra, manteniendo una mejora continua en sus políticas de recursos humanos, lo cual hará que los empleados se conviertan en el activo más importante con el cual cuentan las empresas.

Esta lealtad es la que ayuda a aumentar los beneficios de la empresa, pues es la que genera mejores resultados al menor costo, ya que los empleados responderán de una manera más comprometida según el entorno en el cual se desenvuelvan.

En toda relación laboral, existe el compromiso asumido con la empresa. Cuanto mejor sea el entorno laboral, mayor será el grado de compromiso y lealtad.

En las empresas existe una estrecha relación entre el ambiente laboral y el rendimiento de los empleados: a mejor ambiente, mejor rendimiento, con lo que los empleados se motivan y desarrollan sus cualidades a su máxima expresión.

La lealtad de los empleados se logra mediante su involucramiento en los proyectos de la empresa; por lo tanto, éstos deberán contener los objetivos, valores y misiones determinadas por la empresa e informadas a los empleados.

Referirse a los empleados por su nombre, mostrar una sonrisa al comunicarse con ellos, saludarlos al encontrarse en los pasillos, es un gesto de reconocimiento a la lealtad del empleado, lo que refuerza la dedicación del empleado hacia la empresa.

El otorgar un aumento a los sueldos y salarios de los empleados en forma oportuna, es un mecanismo de recompensa por el esfuerzo realizado para alcanzar los objetivos trazados; esto es una de las formas más tangibles de promover la lealtad de los empleados, ya que es un claro mensaje de que los empleados desempeñan un papel muy importante para el éxito de la empresa y genera un mejor nivel de vida, pues no sólo se refleja en el bienestar personal del empleado, sino que trasciende al bienestar de la familia.

El compromiso y el respeto de los empleados se ganan desde el Consejo de Administración y con el apoyo de la alta gerencia, promoviendo la pasión de los empleados por el cumplimiento del proyecto establecido, alcanzando una buena evaluación de los resultados logrados.

La alta dirección de las empresas, además de buscar la rentabilidad de los negocios, tiene la responsabilidad de generar un ambiente laboral sano, lo que reditúa en la auto-motivación de los empleados, para cumplir con sus funciones y buscar el desarrollo profesional y personal.

Los niveles de auto-motivación marcan una huella permanente en la forma de ser del empleado, tanto dentro como fuera de la empresa.

Lograr la lealtad de los empleados, es una fórmula que se da, mediante una relación efectiva entre los empleados y el proyecto de la empresa.

Los comportamientos leales de los empleados generan el activo trascendental de una gestión inteligente de los recursos humanos; cuanto más a gusto se encuentren los empleados en su trabajo y mejor se sientan en la empresa, se incurrirá en menores costos, lo que generará mejores resultados, haciendo el negocio más rentable sólido y competitivo; esto implica, también, fortalecer

la relación con los clientes, proveedores, bancos e inversionistas leales, para desarrollar una cadena de valor agregado robusta.

Sin duda, la globalización, la competencia y la situación económica actual, son factores que hacen pensar que la fórmula mágica es tomar decisiones inmediatas. En algunas ocasiones se adaptan como una copia fiel de lo que han hecho otras empresas, considerando como primera opción el recorte de personal. Sin embargo, se encuentran con que es una solución temporal, ya que en cierto tiempo, las empresas se dan cuenta de que se perdió un activo invaluable y que para recuperarlo habrá que hacer una inversión importante en los procesos de reclutamiento,  contratación, capacitación y programas de lealtad.

Con base en lo anterior, podemos concluir que el personal leal es un activo no financiero, no registrado en la contabilidad, pero con un peso específico en las organizaciones, ya que representa la imagen, la productividad, la eficiencia y la rentabilidad de un negocio.

C.P.C. José Miguel Barañano Guerrero
Vicepresidente de Relaciones y Difusión
IMCP

Fuente:
Revista Contaduría Pública www.contaduriapublica.org.mx del Instituto Mexicano de Contadores Públicos www.imcp.org.mx

 

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