¿Hemos invertido miles de dólares en una estrategia y no funciona? ¿No vemos los resultados reflejados en los reportes y en el mercado? Esta expresión es vista en una gran cantidad de empresarios, que gastan recursos en definir un enfoque estratégico y este no pasa del papel donde fue impreso, ¿por qué?
La respuesta está en un concepto denominado alineamiento. No basta con definir lo que se va hacer, ni cuándo, ni cómo, ni dónde. El definir bien la misión, las prioridades estratégicas y los planes operativos no es suficiente para asegurar que van a funcionar. Esto debido a que el problema está en los recursos humanos que van a ejecutar la estrategia.
Robert Kaplan, en su libro Strategy Focus Organization, indica que “para los ejecutivos, tan importante es la formulación de la estrategia como la capacidad y calidad para ejecutarla”.
Si los ejecutivos, las jefaturas y los empleados no entienden la estrategia no sabrán cómo contribuir a ella. La inversión más importante está en alinear al recurso humano en el proceso de entendimiento de la estrategia, llevándola a un plano operativo y entendible.
Hay formas diversas para lograr este objetivo, pero la mayormente empleada es la de los mapas estratégicos y un esquema de comunicación y colaboración que involucre a los principales jugadores dentro de la organización.
El mapa estratégico es un instrumento que facilita el proceso de entendimiento de la estrategia de la organización, sin importar su tamaño y complejidad. Traduce la estrategia en pasos y actividades compresibles para la organización.
El beneficio de este esquema radica en que no solo es importante definir un norte para la organización; también el instrumento que se use para implantarlo es tan importante como el plan en sí mismo.
Por: Otto Stecher
Fuente: www.revistamyt.com
Y luego Agregar a la pantalla de inicio.