Por: Iván Rodríguez. Colaborador de Auditool.
En la literatura de riegos habitualmente hay una concentración por entender y pronosticar ciertos eventos, que pueden afectar el normal desarrollo de los negocios. Usualmente se cuenta con estadísticas de sucesos ya acaecidos y ampliamente estudiados.
La teoría de probabilidades que se aplica al entorno de los negocios, procura cuantificar los efectos o impactos de una situación adversa en ciertos rangos que se consideran aceptables. (Probables).
No obstante, con alguna frecuencia, - más de lo que se desea -, suelen ocurrir eventos de un impacto significativo, cuyas consecuencias pueden implicar incluso el cierre de una empresa de gran trayectoria.
Actos terroristas, comportamientos inusuales del mercado, incluso los cambios tecnológicos, llegan a incidir de tal manera en el mundo de los negocios que apenas hay tiempo y espacio para reflexionar sobre ellos. Recientemente la literatura empieza a ocuparse de ellos, llamándolos “cisnes negros” (Visto en Australia, en el siglo XVII y llamado cygnus atratus).
Pero, a pesar de lo exótico que pueda parecer un “Cisne Negro”, cabe preguntarse. ¿Qué se debería hacer para preverlo?. Tanto si se ocupa el papel de gerencia, administración, como el de supervisión debería existir algún grado de relación con este fenómeno.
¿Basta con desarrollar el trabajo como normalmente se desarrolla?. Quizás la respuesta sea negativa. Si siempre se hace lo mismo, los resultados tenderán a parecerse. De ahí la importancia a replantear ciertas previsiones en el ejercicio profesional. En particular, al abordar la gestión de riesgos, habría que considerar algún nivel de esfuerzo en estudiar el tema de los eventos improbables y así poder adoptar medidas que puedan mitigar los efectos de su materialización.
Contribuye a este tipo de ejercicios, una visión multidisciplinaria, tener apertura mental y no olvidar que por improbable que pueda percibirse un suceso, puede llegar a ocurrir. Es por ello que debe haber un especial acento en el tema de la prevención, obviamente en el marco de la relación beneficio –costo, de manera que por severos que en principio sean los efectos al materializarse un riesgo, los controles contribuyan eficientemente a su mitigación.
Debe haber un sano equilibrio entre la evaluación y gestión de los riesgos típicos asociados al negocio o actividad examinada y aquellas situaciones atípicas, de manera que se logre una gestión mucho más integral y que responda de mejor manera a las necesidades del mercado.
C.P. Iván Rodríguez
Auditor y Consultor, Diplomado en Alta Gerencia de Seguros y Derecho de Seguros. Especialista en Dirección Financiera y Desarrollo Organizacional, Diplomado en Gerencia de la Calidad, Contador Público de la Pontificia Universidad Javeriana, con 20 años de experiencia en diversas empresas. Amplia experiencia en la elaboración y ejecución de auditorías y revisorías fiscales. Dirección y ejecución de asesorías, consultorías y capacitaciones. Colaborador de Auditool
Bogotá D.C, Colombia