Control Interno

El Gobierno Corporativo tiene una estrecha relación con aplicación de prácticas éticas dentro de las organizaciones y el papel del Contador Público en ello, es de suma importancia.

El planteamiento general del Código establece nuestra obligación como contadores públicos de desarrollar la competencia para identificar las amenazas de cumplimiento a los principios fundamentales; para tener la capacidad de evaluar esas amenazas; y poder estar en condiciones de aplicar salvaguardas que garanticen el cumplimiento de los principios fundamentales en nuestro ejercicio profesional.

La parte C del Código señala que el tipo de relación que tengamos dentro de una entidad privada o del estado, pudiendo ser empleado, director, socio, administrador, dueño, incluso voluntario; no tiene que ver con las responsabilidades éticas que nos obligan. Por lo tanto es nuestra obligación, mediante el servicio, contribuir a la ampliación de los objetivos legítimos de la organización; el Código no busca obstaculizar esa responsabilidad, solo describe circunstancias en las que se encuentra comprometido el cumplimiento de los principios fundamentales. Dentro de la entidad en que prestamos nuestros servicios, mientras más importante sea nuestra posición, será también mayor la capacidad y oportunidad para influir en eventos prácticas y actitudes por lo que se espera que fomentemos una cultura basada en la ética, con lo cual enfaticemos la importancia que tiene el comportamiento ético para la alta gerencia. No debemos aceptar a sabiendas participar en actividad o negocio que sea incompatible con los principios fundamentales.

Como contadores públicos nos involucramos en la preparación y reporte de información, ya sea para hacerse pública o para que la usen otros usuarios internos o externos. Puede ser información financiera o de la administración, por ejemplo, proyecciones y presupuestos, discusión y análisis de la administración, y la carta de representación de la administración proporcionada a los auditores externos durante la auditoría. Esa información debe ser preparada de manera razonable, veraz y de acuerdo con las Normas de Información Financiera, para que pueda ser entendida en su contexto. Es nuestro deber tomar las medidas razonables para que esa información:

1. Describa claramente la verdadera naturaleza de las transacciones de negocios, activos, o pasivos.
2. Clasifique y registre la información de una manera oportuna y apropiada.
3. Presente los hechos de manera exacta y completa en todos los aspectos importantes.

Esta parte del Código, en materia de amenazas, si bien inicialmente en el CEP hay una referencia general, posteriormente, de forma particular se refiere a las generadas por conflictos de interés, en la preparación o reporte de información, a la actuación con suficiente pericia y en los intereses financieros.

Se pueden crear amenazas de interés personal por:

• Poseer un interés financiero en, o recibir un préstamo o garantía.
• Participar en arreglos de compensación por incentivos.
• Uso personal inapropiado de activos corporativos.
• Preocupación por la seguridad del empleo.
• Presión comercial de fuera de la organización.

Se crean circunstancias que pueden crear amenazas de familiaridad cuando:

• Es responsable de la información financiera de la organización si un familiar inmediato o cercano empleado por la entidad toma decisiones que afectan la información financiera de la entidad.
• Cuando existe una larga asociación con contactos de negocios que influyan en las decisiones de los mismos.
• Al aceptar un obsequio o trato preferente.

Se pueden crear amenazas de intimidación en los casos de que exista:

• Una amenaza de despido o reemplazo o de un familiar cercano o inmediato por un desacuerdo sobre la aplicación de una NIIF o la forma en que se debe reportar la información contable y financiera.
• Una personalidad dominante que intenta influir en el proceso de toma de decisiones, por ejemplo, con respecto del otorgamiento de contratos o la aplicación de una NIIF.

Con la finalidad de eliminar las amenazas o reducirlas a un nivel aceptable, de forma general propone las siguientes salvaguardas en el entorno de trabajo:

• Sistemas de vigilancia corporativa u otras estructuras.
• Programas de ética y comportamiento.
• Procesos disciplinarios apropiados.
• Fuertes controles internos.
• Procedimientos de reclutamiento que enfaticen la importancia de emplear a personal competente de alto nivel.
• Liderazgo que subraye la importancia del comportamiento ético y la expectativa de que los empleados actuarán de forma ética.
• Políticas y procedimientos para implementar y monitorear la calidad del desempeño de empleados.
• Comunicación oportuna de las políticas y procedimientos, y sus cambios, a todos los empleados y un entrenamiento y educación apropiados sobre ellos.
• La posibilidad de realizar consultas con otro Contador Público.
• Políticas y procedimientos que posibiliten y estimulen a los empleados a comunicar a los altos niveles cualquier asunto de ética que les concierna, sin temor de represalia.

Las entidades económicas son un componente fundamental en la economía de un país ya que todas las operaciones que realizan generan un impacto en su entorno, sea social, ecológico, cultural, económico; es por ello que contribuir a que alcancen sus objetivos legítimos es una responsabilidad ética de los Contadores Públicos que les prestamos servicios, sin embargo, dicho compromiso debe asumirse observando en todo y por todo el cumplimiento de las normas éticas. Asumir esa visión es compatible con las prácticas de gobierno corporativo que expresan su intención de apegarse a principios éticos y de responsabilidad profesional, que procura por prevenir la realización de operaciones ilícitas y la generación de circunstancias que creen conflicto de interés; así como una estructura de comunicación eficaz y ágil, que promueva la revelación de acciones indebidas y de adecuada protección a los informantes; una característica esencial es que tenga la capacidad de brindar certeza y confianza a todos los interesados, incluyendo los accionistas, en la conducción honesta y responsable de las prácticas de la sociedad.

L.C. y A.C. Héctor Torres Sánchez

Presidente de la Comisión de Ética y Responsabilidad Profesional

Fuente: http://veritasonline.com.mx/