Como producto de la evolución económica existen diversas alternativas de financiación, una de estas es el mercado de valores, lo que hace que las personas no solo acudan a los mercados nacionales sino también a los mercados de valores internacionales.
Por esta razón se hace imprescindible tener un mayor conocimiento del funcionamiento de los mercados extranjeros en particular el mercado de valores de los Estados Unidos. A partir del crecimiento desbordado de varias empresas en el comercio de valores, la corrupción y fraude detectados y la mala práctica de algunos profesionales y ejecutivos, quienes engañaron a socios, empleados y grupos de interés; el gobierno norteamericano se ve obligado a establecer la Ley Sarbanes Oxley de 2002 (Ley SOX) y a fortalecer la SEC, Security and Exchange Commission, para la regulación financiera y la actividad contable pública. Dicha Ley también es conocida como el Acta de Reforma de la Contabilidad Pública de Empresas y de protección al inversionista.
De esta manera, la Ley Sarbanes Oxley nace con el fin de monitorear a las empresas que cotizan en la bolsa de valores de Nueva york y sus filiales, para evitar fraudes y riesgo de bancarrota, protegiendo al inversor. Así mismo regula las funciones financieras contables y de auditoría, y penaliza el crimen corporativo. Este monitoreo y control se realiza a través del incremento de los controles internos de las empresas, y la implementación de medidas preventivas que garanticen la integridad y precisión de sus informes financieros.
Una correcta aplicación y entendimiento de la Ley, le permite a las empresas identificar los riesgos claves de la información financiera y valorar su impacto sobre las diferentes áreas de la organización. Además, establece una nueva ética de responsabilidades corporativas y normas estrictas para prevenir y sancionar el fraude corporativo y actos de corrupción. En este sentido se crea la Public Company Accounting Oversight Board PCAOB, Junta Supervisora de Compañías de Contabilidad Pública, organismo regulador que establece los lineamientos acerca de estándares profesionales, ética y competencia que regirán el desarrollo de las actividades contables, llevando a cabo tres funciones específicas, revisión, regulación y sanción de las empresas. Así mismo la PCAOB es vigilada por la SEC.
La Ley SOX ha reglamentado en los Estados Unidos diversos controles para mejorar la calidad de la información financiera, teniendo como base las normas de contabilidad, control interno, gobierno corporativo, independencia de las auditorías y el aumento de las sanciones por delitos financieros.
ANTECEDENTES
Los escándalos financieros provocados por las empresas Worldcom, Enron, Parmalat, Royal Dutch Shell, entre otras; causaron la pérdida de la confianza pública de los inversionistas en los mercados de valores e información financiera, como consecuencia de fraudes, malversación e irregularidades contables y administrativas. Esta crisis hizo que el gobierno norteamericano retomara el tema de control interno dando origen a la Ley Sarbanes Oxley en Julio de 2002, a través de la reglamentación de estándares con controles más estrictos para evitar el fraude en la presentación de la información financiera y fortalecer la gobernabilidad corporativa.
Fraude corporativo
El fraude corporativo es más común de lo que se puede pensar, los casos de las empresas ENRON y WORLDCOM en los Estados Unidos son reconocidos históricamente, además que involucraron empleados y altos directivos, donde la tecnología y la informática facilitaron sus operaciones. Este fenómeno hace que las empresas tanto nacionales como internacionales dejen de crecer y generen desconfianza en los inversionistas.
Como consecuencia de estos escándalos, los gobiernos y diferentes entidades han implementado leyes y medidas para combatir los fraudes, así como se recomienda a las empresas mejorar la seguridad general e informática a través de la implementación de sistemas de gestión de riesgos, entrenamiento del personal, definición de controles internos, desarrollo de herramientas de seguridad informática y auditorías. Estas medidas permiten una detección temprana, minimizando así daños económicos y de reputación.
El fraude se puede considerar como un reflejo de la situación ética y moral de la sociedad en la cual se desarrolla el ambiente empresarial. La ambición del hombre, la carencia de principios y valores éticos, además de la sofisticación de ciertos negocios y el avance tecnológico, son factores que propician los escenarios para cometer fraude corporativo.
Las personas que cometen fraude corporativo se pueden clasificar en dos grupos:
- El fraude de empleados: Se refiere a actos deshonestos realizados en contra de la compañía por parte de las personas en relación de dependencia.
- El fraude de la administración y los encargados de gobierno: Se refiere a una falsedad deliberada hecha por la alta gerencia de un negocio hacia personas externas a la organización del mismo, tendiente a desorientar a inversionistas o acreedores, ocultando la verdad, así como los manejos fraudulentos que pueden consistir en malversación de fondos o en falseamiento de información financiera.
El tipo de fraude más común es el financiero, falsificación de informes financieros, esto implica manipulación de los registros de las operaciones de la empresa para falsificar su situación financiera con el objetivo de obtener ventajas económicas. Estos fraudes afectan a los accionistas, producen cuantiosas pérdidas, afectan la imagen de la empresa y su financiamiento. En la mayoría de los casos los empleados y altos directivos están involucrados, dificultando así su detección, pues tienen acceso directo a la información y fácilmente eluden los controles internos. Es decir, los casos de corrupción y preparación de información financiera fraudulenta se pueden apropiar al nivel superior jerárquico, como fueron los casos de Enron, Worldcom y otros en los cuales la intencionalidad de engaño fue la característica más importante, con pérdidas económicas muy significativas.
El establecimiento de políticas y procedimientos, un sistema de control interno más riguroso y un comité de auditoría independiente, es la forma más efectiva de minimizar los riesgos asociados al fraude corporativo. Así mismo las denuncias de los mismos empleados, ayudan en la detección del fraude, por lo que es necesario que las empresas realicen campañas de sensibilización sobre la amenaza de fraude.
Equipo Auditool