Por: Magyory Zabala Uribe
Desde hace más de una década, el término “auditores internos del futuro” ha resonado entre nosotros, sin darnos cuenta de que hoy ya somos esos “auditores del futuro”. Además, existe una preocupación compartida en diversas profesiones sobre la necesidad futura de ciertas labores, y sabemos que la actividad de auditoría interna no es ajena a esta inquietud.
Entre tantas cosas inciertas, hay algo de lo que estoy segura: “el futuro puede construirse” o, por lo menos, planearse y proyectarse. Por tanto, el resultado de este ejercicio debería culminar en el desarrollo del “Plan Estratégico de la Auditoría Interna.”
Uno de los retos de las nuevas Normas Globales de Auditoría Interna, propuestos por el Instituto de Auditores Internos (IIA), es la incorporación del Plan Estratégico de Auditoría (Estándar 9.2, Dominio IV). Este Plan, que va mucho más allá de un análisis de riesgos convencional, la priorización de temas a evaluar y la distribución de los recursos para el periodo siguiente, es el desarrollo de un ejercicio consciente de visualizar el horizonte de la actividad de auditoría interna a corto, mediano y largo plazo y que, a su vez, este planteamiento esté alineado con el plan estratégico de la organización.
En el desarrollo de este ejercicio pueden utilizarse distintas metodologías para desarrollar planes estratégicos organizacionales, entre ellos: mapa estratégico, análisis FODA, análisis PESTEL, análisis de brechas (GAP Analysis), Blue Ocean Strategy.
En respuesta a lo anterior, se presentan nueve pasos sugeridos para desarrollar el Plan Estratégico de Auditoría:
Las áreas de auditoría interna tienen hoy la posibilidad de ajustarse a los constantes cambios que exige el contexto actual. Asimismo, deben diseñar una hoja de ruta para prepararse de manera consciente y planeada para ser protagonistas en la “construcción de su propio futuro”, sin quedarse paralizadas y dejando todo a la incertidumbre, esperando que se materialicen los riesgos relacionados con su valor y continuidad en el tiempo. Por todo lo anterior, el plan estratégico se convierte en una herramienta esencial para prevenir que estos desafíos afecten nuestras áreas de auditoría interna.
Magyory Zabala Uribe
Es auditora interna. Posee certificaciones CIA (Certified Internal Audit), COSO (Control Interno) y Coaching Ejecutivo. Cuenta con 20 años de experiencia en procesos relacionados con la auditoría (10 en firmas internacionales de auditoría como KPMG y PwC, y 10 años en procesos de auditoría interna en el Grupo EPM).
Escribir comentario (0 Comentarios)
Por: Equipo Auditool
La efectividad de la auditoría interna es un reflejo directo de la calidad de su gobernanza (Dominio 3). A través del principio 6 y las normas asociadas, el Instituto de Auditores Internos (IIA) establece un marco robusto para asegurar que la función de auditoría interna esté bien posicionada para aportar valor a la organización. Este artículo profundiza en el mandato de auditoría interna, el estatuto de auditoría interna y el crucial apoyo de la junta directiva y la alta gerencia, incorporando análisis críticos, ejemplos prácticos y estrategias para superar desafíos comunes.
El mandato de la auditoría interna define el propósito, la autoridad y la responsabilidad de esta función esencial. Este mandato, otorgado y respaldado por la junta directiva, debe ser explícito y abarcar el alcance completo de las actividades de auditoría.
Ejemplo práctico: en una organización que enfrentó brechas significativas en la gestión de riesgos, la revisión y ampliación del mandato de la auditoría interna para incluir evaluaciones proactivas de riesgo resultaron en una mejora notable en la identificación y mitigación de riesgos emergentes. La clave fue la autorización explícita de la junta para expandir el enfoque de la auditoría más allá de los controles financieros.
El estatuto de auditoría interna es el documento que formaliza el mandato, delineando de manera clara las expectativas y el alcance de trabajo de la auditoría interna. Su aprobación por parte de la junta directiva simboliza un compromiso institucional con la independencia y la autoridad de la función de auditoría interna.
Análisis crítico: la periodicidad en la revisión del estatuto es fundamental para adaptarlo a los cambios organizacionales y del entorno de negocio. Una organización no identificada se enfrentó a desafíos significativos al integrar nuevas adquisiciones debido a un estatuto de auditoría interna desactualizado que no reflejaba la estructura ampliada de la empresa.
El éxito de la auditoría interna depende en gran medida del apoyo continuo y explícito de la junta directiva y la alta gerencia. Este apoyo se manifiesta en la asignación de recursos adecuados, el acceso sin restricciones a la información y una comunicación abierta sobre los hallazgos de auditoría.
Ejemplo práctico: Una firma de servicios profesionales experimentó una transformación en su función de auditoría interna después de que su junta directiva se comprometiera activamente con el proceso de auditoría, participando en revisiones periódicas de los informes y asegurando recursos suficientes para iniciativas estratégicas de auditoría.
Construcción de relaciones: fomentar una comunicación efectiva y relaciones sólidas entre los auditores internos, la junta directiva y la alta gerencia puede ayudar a asegurar un entendimiento mutuo de los objetivos y las expectativas.
Demostración de valor: a través de informes claros y concisos que destacan no solo los riesgos y problemas, sino también las recomendaciones para mejoras estratégicas, la función de auditoría interna puede demostrar su valor más allá del cumplimiento.
Educación continua: programas de educación para la junta directiva y la alta gerencia sobre las tendencias emergentes en auditoría interna y gobernanza pueden facilitar un apoyo más informado y comprometido.
Finalmente, después de este recorrido por el principio 6, podemos asegurar que el fortalecimiento de la gobernanza de la función de auditoría interna mediante un mandato claro, un estatuto bien definido y el apoyo inquebrantable de la junta directiva y la alta gerencia es esencial para su éxito. Abordar estos elementos con una visión estratégica, incorporando ejemplos prácticos y superando desafíos comunes, puede transformar la auditoría interna en una función vital que contribuye significativamente al logro de los objetivos organizacionales y a la gestión efectiva de los riesgos.
Escribir comentario (0 Comentarios)Para instalar esta Web App en su iPhone/iPad presione el ícono. Y luego Agregar a la pantalla de inicio.