Por: CP Iván Rodríguez. Colaborador de Auditool
Las personas jóvenes suelen formar parte de diferentes equipos de profesionales. En el campo de la auditoría es frecuente encontrar personas de diferentes generaciones, desde aquellos practicantes que pueden ser centennials o millennials, hasta directivos que son de generaciones de mayor experiencia y edad. Cada una de ellas tiene comportamientos de trabajo diferentes.
En esta diversidad de generaciones, en ocasiones los auditores más experimentados tienen prejuicios frente a aquellos auditores más jóvenes pues suponen que van a tener dificultades frente al trabajo pesado o porque creen que no son muy leales. Estos estereotipos suelen ser erróneos; es frecuente, por el contrario, que auditores más jóvenes sean necesarios para el éxito futuro de una firma. A continuación, algunas consideraciones que deben tenerse en cuenta en el trabajo en que participan diferentes generaciones:
Compromiso con la misión y la visión:
Muchos profesionales jóvenes, incluidos los auditores, consideran que las firmas deben ser exitosas no solamente en términos financieros. Sin embargo, suelen observar que la preocupación de los directivos y personal más experimentado no muestran preocupaciones diferentes a obtener rentabilidad.
Las nuevas generaciones normalmente son conscientes de la responsabilidad social e incluso ambiental de las firmas en que trabajan y de su labor. Les agrada ser parte de estos intereses. En ese sentido, les resulta más sencillo comprometerse con los valores de la firma.
Promoción y ascenso:
Un auditor joven considerará dentro de sus planes permanecer con su empleador por algunos años si cuenta con posibilidades claras de desarrollo profesional y encuentra reconocimientos apropiados a su labor. Los auditores jóvenes están dispuestos a trabajar duro, pero necesitan saber hacia dónde se dirigen. En general, son directos acerca de lo que quieren y preguntarán lo que se necesita para llegar allí. Si reciben respuestas directas y honestas, el panorama será claro y les facilitará la toma de decisiones.
Participación en las decisiones:
Un auditor joven necesita hacer parte de un espacio y oportunidad en donde pueda demostrar sus habilidades y recibir estímulos a su crecimiento profesional. En diferentes ocasiones, auditores experimentados simplemente desean que aquellos profesionales más jóvenes se ajusten a su forma de hacer las cosas. Sin embargo, el empoderamiento requiere delegación e independencia. La manera en que los auditores más jóvenes aprenden es diferente y no requieren participación y revisión de todas sus decisiones. Esto se compensa proporcionando una mejor formación. Es necesario invertir en capacitación técnica y de manera simultánea en habilidades blandas, tales como la comunicación, el trabajo en equipo y el liderazgo.
Proponer desafíos
Los auditores jóvenes suelen ser innovadores y creativos. No les agrada la rutina ni estar ejecutando el mismo trabajo mes tras mes, cierre tras cierre. Buscan una carrera que los desafíe y les brinde oportunidades de explotar su potencial. Un auditor joven se suele encontrar a gusto trabajando directamente con los clientes, aprendiendo y fortaleciendo sus habilidades. No obstante, algunas firmas limitan e incluso prohíben a los auditores jóvenes interactuar con los clientes al principio de su carrera; sin embargo, esto evita que conozcan a profundidad el negocio de sus clientes y entiendan la importancia de su papel en el éxito futuro de la labor de auditoría.
El trabajo de los auditores jóvenes no debe limitarse a labores de oficina, llenado listas y programas, alimentando datos para su posterior proceso y ejecutando actividades que en algún momento serán sustituidas por alguna innovación tecnológica. Hay que estimular el contacto con el cliente, en la medida de sus habilidades y conocimientos, desafiarlos para que vean el trabajo de auditoría más como un asesoramiento o consultoría que como una labor de cumplimiento sin mayor valor agregado.
Un auditor joven es un gran elemento en un equipo de trabajo. Gozan de gran vitalidad, entusiasmo y creatividad. Son ágiles con la tecnología, aprenden rápido y se adaptan con facilidad. Si bien su perspectiva frente a algunos asuntos es diferente a aquella de los auditores más experimentados, la interacción es enriquecedora y así como ellos aprenden de miembros más experimentados, también tienen mucho por ofrecer y enseñar.
CP Iván Rodríguez -
Auditor y Consultor, Diplomado en Alta Gerencia de Seguros y Derecho de Seguros. Especialista en Dirección Financiera y Desarrollo Organizacional, Diplomado en Gerencia de la Calidad, Contador Público de la Pontificia Universidad Javeriana, con 20 años de experiencia en diversas empresas. Amplia experiencia en la elaboración y ejecución de auditorías y revisorías fiscales. Dirección y ejecución de asesorías, consultorías y capacitaciones. Colaborador de Auditool
Bogotá DC, Colombia