Por: C.P. Iván Rodríguez. Colaborador de Auditool
Hay un tema que todo auditor debe tener presente: Sólo porque un cliente se acerque y quiere una auditoría de estados financieros, no implica aceptar el compromiso. Después de todo, hay que expresar una opinión sobre la razonabilidad de los estados financieros bajo examen. Hay muchas decisiones financieras individuales y empresariales que dependen del informe de auditoría, desde si una persona invierte en el negocio hasta si un proveedor extiende el crédito de su cliente.
El auditor tiene la responsabilidad de asegurarse que puede proporcionar al cliente una auditoría con calidad antes de empezar. Comprender plenamente los deberes y responsabilidades durante la auditoría es clave. El auditor debe asegurarse que los reportes financieros y los sistemas de información del cliente le proporcionan los datos que necesita para que tenga la seguridad razonable de que los estados financieros están libres de errores materiales. También debe evaluar la reputación del cliente para evitar un riesgo al asociarse en un trabajo potencial.
El auditor necesita recopilar información relevante sobre un cliente para que él o la firma en que labora pueda tomar una decisión apropiada. Algunos pasos que hay que dar antes de comenzar la auditoría son: Evaluar la capacidad de la firma o del auditor para proporcionar una auditoría objetiva e independiente; determinar las necesidades del cliente y qué procedimientos y normas de auditoría son relevantes.
Algunos temas clave:
Decidir si aceptar un cliente nuevo o continuo es el primer paso en el proceso de auditoría. El auditor o la firma deben responder algunas preguntas clave:
- ¿Se cuenta con los recursos para realizar la contratación de auditoría?
- ¿Es conveniente trabajar con ese cliente?
Para responder a estas preguntas, hay que averiguar alguna información específica sobre el cliente, ya sea que haya trabajado antes o no con el mismo.
Usualmente las firmas o auditores cuentan con un sistema de control de calidad que proporciona procedimientos que deben seguirse al conocer un cliente. Por ejemplo, saber si se cuenta con las competencias y disponibilidad para hacer el trabajo. Si el personal de la firma es competente depende de los hechos y circunstancias únicos de cada cliente potencial. Si no se cuenta con experiencia en la industria del cliente, y si la industria es algo inusual, la firma podría no ser lo suficientemente experta para asumir esa auditoría.
Se debe tener en cuenta cualquier riesgo asociado con la aceptación de un cliente al contratar una auditoría. Por ejemplo, el cliente debe tener un fuerte compromiso de seguir los principios contables generalmente aceptados y tener libros y registros apropiados y a disposición para que se pueda hacer el trabajo. Si no es así, existe el riesgo de tener que renunciar antes de terminar con la auditoría debido a la falta de pruebas. También se corre el riesgo de no emitir una opinión de auditoría correcta. Hay que asegurarse, igualmente, que el cliente entienda que los responsables de auditoría no están bajo su subordinación y debe documentarse la discusión y el acuerdo con el cliente por escrito. Los auditores deben tener en cuenta las normas profesionales y legales aplicables al ejercicio de la profesión, en la jurisdicción en la cual trabajan.
Clientes nuevos o recurrentes:
Es importante conocer los antecedentes del cliente, bien sea que se haya trabajado con ellos o no en el pasado. En el caso de clientes recurrentes, el proceso de determinar si se debe llevar a cabo una nueva auditoría, comienza cuando la auditoría anterior todavía está en curso. Durante una auditoría, es posible determinar si va a haber problemas en el futuro o no. Los resultados de las evaluaciones dan indicios acerca de la integridad de la gerencia o la calidad de los registros contables e información financiera. Incluso, una vez finalizada la auditoría, un evento como una demanda que involucre al cliente puede hacer que el auditor o la firma se sienta incómoda y reacia a aceptar un nuevo compromiso. El auditor está obligado a reevaluar sus clientes cada año para asegurarse de que no han surgido motivos de preocupación.
En el caso de clientes nuevos, hay que reunir tanta información sobre el negocio y su entorno como sea posible. Algunos pasos que se siguen son:
- Reunión con el cliente
Los temas discutidos en la entrevista inicial varían en función de lo bien que se conozca al cliente potencial. Se discute qué servicios requiere el cliente y cómo la firma o el auditor puede cumplir estos objetivos. También se debe averiguar si el cliente potencial ha sido auditado en el pasado y, si es así, quién llevó a cabo la auditoría.
Al final de la reunión, el cliente potencial debe entender que, antes de que su empresa pueda aceptar oficialmente el compromiso, es conveniente hablar con el auditor previo y realizar otras actividades previas.
- Revisar información disponible
Es una buena idea mirar los estados financieros y las declaraciones de impuestos de años anteriores. Hacerlo da una buena idea de si la información financiera se puede auditar y si la administración está comprometida con principios de contabilidad sólidos.
Aún hay casos en que personas ajenas a la labor de auditoría piensan que el auditor prepara tanto los estados financieros como el informe de auditoría como parte del proceso. No sobra recordar que los estados financieros son responsabilidad de la administración. Aunque un auditor puede proporcionar al cliente recomendaciones sobre como corregir errores, omisiones y declaraciones erróneas que se muestran en los estados financieros y que se descubren durante el transcurso de la auditoría, el auditor no prepara los estados financieros del cliente.
- Evaluar si el cliente puede ser auditado
La condición de los estados financieros ofrece pistas sobre su auditabilidad. A veces con solo mirar los estados financieros, se puede determinar que el cliente no es auditable. Un valor negativo de efectivo (aunque realmente haya un sobregiro) evidencia una deficiente calidad y un estado crítico en los controles del cliente. También hay casos en que los clientes potenciales pueden ser no auditables por causas externas. Por ejemplo, los registros fueron destruidos en un incendio o una inundación. En la auditoría podrían faltar documentos necesarios para verificar un hecho importante.
- Entrevista al auditor anterior
Es conveniente conocer las razones por las cuales hay un cambio de auditor. La entrevista con el anterior auditor requiere autorización del cliente potencial. En la entrevista pueden surgir temas tales como la integridad del cliente, desacuerdos sobre la ejecución del trabajo, la aplicación de principios de contabilidad generalmente aceptados, o controles internos laxos. En ciertas ocasiones, ocurre que el cliente no estaba satisfecho con el informe del antiguo auditor, por lo que cambia los equipos de auditoría para ver si puede obtener un informe más favorable de un auditor que no está tan familiarizado con la empresa. Si el cliente no da permiso para hablar con el antiguo auditor, esto es un indicio de dificultades.
- Independencia y la objetividad
Al decidir si se acepta un cliente, debe juzgarse la independencia y objetividad. Independencia significa que no hay una relación con el cliente que pueda afectar el trabajo de auditoría. La objetividad significa que se pueden examinar los hechos que el cliente presenta y revisarse sin nociones o prejuicios preconcebidos. Hay que ser independientes tanto en los hechos como en la apariencia. Un conflicto de intereses, que afecta a la independencia al menos en apariencia, significa que hay un interés personal o financiero en el cliente. Algunos ejemplos de situaciones que pueden conducir a una falta de independencia real o percibida:
- Alguien de la firma tiene un familiar inmediato que trabaja para o con el cliente potencial.
- Auditar el propio trabajo. No se pueden preparar los estados financieros que se auditan.
- El auditor o la firma ha prestado otros servicios al cliente potencial recientemente (valoraciones, cálculos actuariales, etc.)
- Existencia de interés financiero en el cliente potencial (ser propietario de acciones en la empresa, o tener un préstamo hacia o desde el cliente potencial).
- Un porcentaje muy alto de los ingresos totales de la firma proviene del mismo cliente (la firma tendría una muy buena razón para emitir un informe favorable, que es no perder los ingresos)
Esta lista no es exhaustiva, por supuesto. La clave es que el auditor debe ser imparcial y evitar cualquier compromiso que pueda llevar a los usuarios de los estados financieros a cuestionar la independencia del auditor.
Las anteriores consideraciones, que no se constituyen en una lista exhaustiva, deben tenerse en cuenta antes de abordar un trabajo de auditoría con un cliente y facilita la decisión de aceptar o no un compromiso. Posteriormente y en caso de haber aceptado ejecutar la auditoría, inicia un trabajo de planeación, enfocado en la ejecución de acuerdo con los términos de la contratación.
C.P. Iván Rodríguez
Auditor y Consultor, Diplomado en Alta Gerencia de Seguros y Derecho de Seguros. Especialista en Dirección Financiera y Desarrollo Organizacional, Diplomado en Gerencia de la Calidad, Contador Público de la Pontificia Universidad Javeriana, con 20 años de experiencia en diversas empresas. Amplia experiencia en la elaboración y ejecución de auditorías y revisorías fiscales. Dirección y ejecución de asesorías, consultorías y capacitaciones. Colaborador de Auditool
Bogotá D.C, Colombia