Aun antes de que los recientes escándalos ocurridos en las grandes corporaciones norteamericanas se hicieran noticia, el fenómeno del fraude ha sido reconocido como uno de los mayores enemigos de los inversionistas.
Descontando los fabulosos cálculos de pérdidas en Enron, WorldCom y otras, la Asociación Estadounidense de Investigadores de Fraude estima que las empresas norteamericanas perdieron en el año 2002 la astronómica suma de 600 mil millones de dólares, debido al fraude interno y externo.
Pero no es momento para entrar en pánico. Mas bien, es tiempo de adoptar ciertas reglas básicas para proteger a nuestras organizaciones de este mal que nos aqueja a todos.
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Alejandro H. Morales T.
ASR Ajustadores de Seguros Ltda - www.asr.com.co
Medellín – Colombia
Del Autor: Alejandro Morales es Contador Público de la Universidad de Medellín. Especialista en Análisis de Riesgos Administrativos y de Fraude. Colaborador de www.auditool.org